Lo que antes llevaba más de un mes conseguir, ahora estará disponible al instante. Así promete funcionar el nuevo Manual que condensa la información de exigencias fitosanitarias y aranceles de los 108 países a los que Mendoza exporta casi 700 variedades de frutas y hortalizas frescas, elaborado por el Iscamen en conjunto con ProMendoza y Senasa.
Desde hoy, los exportadores podrán acceder a él a través de la página www.exportarfyh.com.ar, de la que participa también la Funbapa (Fundación Barreras Zoofitosanitarias de la Patagonia).
Para 2014, de acuerdo a las autoridades, está previsto extenderlo a productos semielaborados como frutas desecadas y los jugos.
La primera versión del Manual toma estadísticas de ventas al exterior del sector frutihortícola durante el primer semestre de 2013. Incluye precisiones sobre límites máximos de residuos de agroquímicos (LMR) permitidos por la Unión Europea, Estados Unidos y el Codex Alimentario, además del listado de plagas cuarentenarias, un nomenclador de aranceles por país destino y normativas de calidad, entre otros ítems.
“Ha sido un trabajo de tres años lo que llevó reunir y coordinar los requisitos de más de cien países, teniendo en cuenta que los requerimientos son diferentes según el status fitosanitario de cada importador”, señaló Lorenzo Ferretjans, ex titular del Iscamen y coordinador del equipo interdisciplinario que hizo el Manual.
La información está organizada con especificidades. Por ejemplo, los requisitos por país se expone mediante una Ficha Fitosanitaria por cada producto vegetal acordado con el destino, y contiene el listado de trámites a cumplir, desde protocolos y declaraciones adicionales al certificado de sanidad, hasta tratamientos, aranceles y normas. Y hasta un glosario de términos internacionales.
Por otra parte, la página permite enlaces con los organismos de control intervinientes tanto en origen como en el destino, como la Comunidad Europea (ec.europa.eu), y el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos en sus siglas en inglés), para acceder a los límites máximos de pesticidas permitidos (www.mrldatabase.com).
Para tener en cuenta el producto, cantidad, países compradores y provincias de procedencia, se incluyen datos estadísticos de Argentina en general, y de Cuyo y Patagonia en particular.
Cabe destacar que actualmente Brasil, España, Argelia y Paraguay aparecen entre los principales destinos para hortalizas y legumbres. En cuanto a la fruta mendocina, el principal socio del Mercosur secunda a Rusia y antecede a Holanda como los más demandantes de fruta mendocina, que alcanzó 762.871 toneladas vendidas a junio (20% más que en 2012), aunque con menor participación relativa que el año pasado.
“Hay países con los que existen acuerdos de mitigación de riesgos, como Brasil en el caso de carpocapsa, lo cual implica una serie de condiciones a cumplir previo a cada exportación. Aún en ese contexto, si hay problemas una autorización puede demorar de cuatro a seis meses”, añadió Ferretjans.
¿Qué hacer en caso de detectar cambios o nuevas exigencias de un país importador? La recomendación es consultar directamente al organismo de control del mercado el el cual se quiere colocar el producto.
Con China en la mira
Para el responsable del área de Frutas y Hortalizas de ProMendoza, Facundo Quirós, “teniendo en cuenta que cada pedido puntual llevaba una ronda de consultas a los organismos respectivos y al menos un día y medio para conseguir toda la información, los tiempos son significativamente distintos. Va a facilitar mucho todo, además de poder extenderlo a semielaborados y a productos con valor agregado a partir del 2014″.
En tal sentido, según Quirós hay expectativas por una gestión iniciada para propiciar el acceso a distintas regiones de China sin tener que hacerlo vía Hong Kong, que está a nivel de Cancillería argentina. “Existe predisposición de las autoridades chinas y permitiría colocar producción de Mendoza sin barreras fitosanitarias. En principio es para fruta de pepita, pero será la llave para seguir con la de carozo”.
El directivo de ProMendoza admitió que más allá del “aumento exponencial de la balanza comercial entre Argentina y China, depende de Cancillería y del flujo de productos chinos que se permita ingresar al país”.
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