AGRO 2.0 ARGENTINA: Proyecto alfalfa: satisfacer una demanda mundial.-

El INTI, a través de su Banco de Soluciones Tecnológicas (BST), realizó el Proyecto Alfalfa, destinado a desarrollar la producción y comercialización de cubos y pellets de dicho material bajo un fuerte concepto de asociatividad para satisfacer la amplia demanda nacional e internacional de un producto de excelente calidad nutricional y alto rendimiento. Cabe destacar que la Argentina cuenta con extensas regiones óptimas para el desarrollo de alfalfares con riego asegurado, hoy en día ociosas y difíciles de encontrar en otras partes del mundo. A nivel internacional, son pocos los países que reúnen las condiciones para el cultivo de este producto, principalmente EE.UU., Canadá y España, los cuales están desbordados por la demanda. La situación en nuestro país es prometedora: en su mayor parte, se cosecha para la producción de fardos y rollos, ambos con bajo valor agregado, elevado costo de flete y sin posibilidades de exportación por la relación peso-volumen. La producción de cubos y pellets es muy baja, ya que la tecnología usada no es la adecuada, sin embargo los bajos volúmenes producidos se están vendiendo satisfactoriamente en el mercado interno y externo -principalmente a Brasil-, con lo que si se mejora la cadena de valor las posibilidades de crecimiento son enormes. Actualmente, los países compradores solicitan un volumen y calidad que los productores nacionales no pueden proveer. Cabe destacar que por falta de oferta, desde el año 2000, se ha producido un descenso de las importaciones de pellets y cubos en países compradores como Corea, Lituania, Alemania, Rusia, Colombia, Venezuela, Perú, España, Chile y Japón. Además, por sus características, la alfalfa que puede producir la Argentina entra en la categoría “premium”.

Valor de exportaciónEl Proyecto Alfalfa se originó en un desarrollo agroindustrial del INTI, a partir del año 2005, mediante el cual se diseñó, desarrolló e instaló una planta prototipo de pelleteado y cubeteado de alfalfa en la provincia de Mendoza, a través de un crédito del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR). Sumado al aporte de asistencia técnica y maquinaria por parte del INTI y el desarrollo y experiencia de una empresa local, se logró instalar dicha planta que ya se encuentra produciendo y exportando alfalfa. Esta etapa consiste en poner en marcha un programa nacional destinado a industrializar la producción de alfalfa y transferir la tecnología necesaria, mediante la instalación de plantas “llave en mano” ubicadas en regiones que ya trabajen con dicho commodity. El proyecto apunta al desarrollo del esquema de producción y el diseño y construcción de las máquinas y accesorios, bajo un modelo de integración comercial de las empresas que instalen sus plantas en un proyecto de exportación conjunto. Tanto el INTI como el INTA y las universidades locales brindarán asistencia técnica para darles la posibilidad de ampliarse para la producción de alimentos balanceados de alta calidad, agregando valor a insumos locales, mediante una innovación desarrollada por el INTI. “El país tiene muy buenas semillas y productores, el tema es que esa producción termina en fardos y rollos que tienen gran volumen y no muy buena calidad, y además están restringidos en el tránsito porque es difícil moverlos en larga distancia”, apuntó el ingeniero Nicolás Apro, director del Centro INTI-Cereales y Oleaginosas.

En este punto, la ventaja de la producción de pellets es que se permitirán traslados de más volumen. Este programa permitirá compartir entre varios productores tareas de siembra, cultivo y procesado de alfalfa en torno a una misma planta, como también la gestión integral de la comercialización para la exportación conjunta, creando una marca común con una calidad reconocida internacionalmente y con precios más rentables. Esto beneficiará a pequeños y medianos productores rurales que pueden aumentar el valor agregado de sus productos, a tambos que podrán contar con alimentos balanceados de calidad para optimizar el rendimiento de sus vacas lecheras, y a productores de pequeños y medianos animales y feedlots, que sustituyendo insumos caros y aumentando la utilización de forrajes podrán disminuir el espacio requerido para almacenamiento, contarán con mayor facilidad de racionamiento, mejor conservación y menores pérdidas de suministro.