El objetivo, se explicó, consiste en ampliar la base del rodeo ovino y apuntar a la producción de carne descartando la lana que en la zona carece prácticamente de valor comercial y así poder estar en condiciones de ofrecer otras alternativas de carnes rojas.
El subsecretario de Ganadería, Marcelo Repetto, se refirió a este programa destacando las gestiones realizadas en la Capital Federal por el ministro de Producción, Enrique Orban ante la Subsecretaría de Ganadería de la Nación cuyo titular es Alejandro Lotti, para requerir los recursos necesarios para desarrollar este programa adquiriendo reproductores y ampliando la base del rodeo.
La intención es que de la misma manera que se viene actuando con los cabañeros de ganadería caprina se pueda concretar con quienes se dedican al ovino, acordando para ello un mecanismo orientado a aportar recursos para que puedan ir incorporando esta nueva genética, reproducirla aprovechando la infraestructura disponible y la logística sumada al conocimiento del manejo y devolver esa ayuda con producción que el Estado pueda distribuir luego entre productores de menor escala.
El financiamiento estaría orientado a aportar recursos para infraestructura intrapredial, mejoramiento del núcleo genético y todo lo necesario para que estos cabañeros que tienen conocimiento y manejo de la técnica para producir puedan aprovechar al máximo estos aportes.
En simultáneo con esto, en el complejo Juan Penco de Makallé, se seguirá trabajando con estas dos razas del mismo modo que se viene haciendo con los caprinos y se irá innovando en aportes tecnológicos ya sea en inseminación artificial, transferencia de embriones en estas dos razas, básicamente en el cruzamiento con las razas criollas a las que se le incorporará esta genética.
La Ley 25422 instituye un régimen para la recuperación de la ganadería ovina, destinada a lograr la adecuación y modernización de los sistemas productivos que permita su sostenibilidad a través del tiempo y consecuentemente, mantener e incrementar las fuentes de trabajo y la radicación de la población rural.
Esta iniciativa si bien tiene una relación en cuanto a objetivos con la ley ovina 25422, se maneja en un ámbito independiente pero coincide fomentar la explotación de la hacienda ovina que tenga el objetivo final de lograr una producción comercializable, fundamentalmente carne, además del cuero, leche, grasa, semen, embriones u otro producto derivado.
Básicamente se apunta a la mejora de la productividad, la intensificación racional de las explotaciones, la mejora de la calidad de la producción, utilización de tecnología adecuada de manejo extensivo, reestructuración parcelaria, control sanitario, apoyo a las pequeñas explotaciones y las acciones de comercialización e industrialización de la producción.
Se trata de una gestión encarada por el ministerio de Producción a través de su titular Enrique Orban con la idea de promocionar estas carnes alternativas en la zona que contará con un financiamiento especial.
El proyecto elaborado ya fue enviado a las autoridades nacionales y resta la aprobación del subsecretario Alejandro Lotti.
En la reunión celebrada en el establecimiento Juan Penco con la presencia del ministro Orban, el subsecretario de Ganadería, Marcelo Repetto, el director de Producción Animal, Carlos Corsi y colaboradores, se intercambiaron ideas con los cabañeros que manifestaron su complacencia por la convocatoria y solicitaron seguir avanzando en reuniones para ir estableciendo prioridades al considerar este programa ventajoso en su aplicación para incrementar los rodeos. El ministro se mostró dispuesto a un permanente diálogo y a recibir todas las ideas y aportes que puedan servir a alcanzar el objetivo propuesto.
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