Las últimas precipitaciones cortaron la sequía en varias regiones; mejoras para el trigo y el maíz y leve recomposición de humedad en Salta, luego de dos años críticos.
Con registros que llegaron a superar los 100 milímetros en no pocas zonas de Córdoba y Santa Fe, las lluvias del jueves y el viernes pasados permitirán que la incipiente siembra de soja, con algunas dudas por la falta de humedad, se acelere a fondo en los próximos días.
Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, conocido antes de que cayeran las lluvias, la implantación de la oleaginosa cubría 4,6% de una superficie proyectada en 20,2 millones de hectáreas. Ahora se espera que ese porcentaje crezca cuando las sembradoras vuelvan a pisar los lotes.
Además, si bien ya hay pérdidas irreversibles en áreas del centro del país, las precipitaciones frenarán nuevas caídas en el rinde del trigo en esas regiones. También se abre una oportunidad para que el suelo acumule humedad para las siembras tardías del cultivo de maíz (fines de noviembre/diciembre). Otra buena noticia es que llovió en la provincia de Salta, donde los productores venían con dos años de sequía, y eso ayudará, aunque harán falta más precipitaciones, a recomponer reservas de humedad para la siembra de soja en diciembre.
Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, hizo la siguiente evaluación: "Se cortó la sequía atmosférica, o sea la falta de lluvias. Todavía tienen que terminar de recargarse de agua los suelos, para lo cual son necesarias algunas lluvias más. No obstante, hay agua en superficie para sembrar y se ven algunas lluvias adicionales en las próximas semanas".
Juan Ignacio Dreiling, del departamento de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, remarcó que la implantación de la soja se verá beneficiada por estas lluvias.
"Para la soja, las lluvias fueron más que interesantes, ya que la siembra acaba de empezar y ciertas regiones del oeste y del norte del área agrícola nacional no podían llevar a cabo los planes de siembra por falta de humedad en superficie", graficó.
Julio Lieutier, asesor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) Seguí La Oriental, en el norte de Buenos Aires, opinó también que las últimas lluvias le dieron "un espaldarazo a la siembra de soja". Y agregó: "De Pergamino hacia el Norte fue seco en septiembre y octubre y en general los perfiles del suelo estuvieron secos". Los productores a los que asesora Lieutier ya habían logrado avanzar con algunas lluvias anteriores y ahora apresurarán la marcha de la siembra.
En maíz se había implantado entre un 50 y un 60%, pero por falta de humedad el resto quedó para siembra tardía.
Un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario dio cuenta de los generosos milímetros. "Santa Fe fue la zona que registró los acumulados más importantes, con valores entre 100 y 190 milímetros, mientras que en Córdoba los promedios de lluvia acumulada variaron entre 70 y 120 milímetros. Por último se ubica la provincia de Buenos Aires, donde los montos totales fueron inferiores y se mantuvieron entre 40 y 80 milímetros", dijo la Bolsa rosarina, y subrayó: "Con estas precipitaciones se presume que las condiciones de humedad del suelo van a mejorar de manera significativa".
Un sistema del Movimiento CREA de seguimiento en tiempo real sobre las precipitaciones también registra buenas lluvias en la zona agrícola.
Maíz, trigo y NOA
Para el maíz, Dreiling precisó que en Córdoba y otras zonas donde el cultivo mostraba síntomas de estrés hídrico "estas precipitaciones garantizan un adecuado crecimiento vegetativo". Por la falta de humedad, en Córdoba la siembra del cereal no llegaba hasta hace unos días a un 15%, cuando a esta altura del año debería estar en un 55 por ciento.
Específicamente para el trigo, Dreiling consideró que las precipitaciones "llegaron tarde para el norte del área agrícola nacional, mientras que para el centro pueden beneficiar el llenado de granos" del cultivo.
Hubo lluvias interesantes también en zonas de Chaco (75 milímetros en Villa Ángela y 42 en Charata, entre otros registros), propicias para el girasol; Santiago del Estero (90 milímetros en Bandera y 65 en Los Juríes, por ejemplo) y en menor medida en Salta, con 25 a 30 milímetros.
Esta última provincia venía de dos campañas consecutivas de sequía. "Llovió parejo, entre 25 y 30 milímetros en la zona de Anta (departamento agrícola clave del este salteño), y empezaron a cambiar los ánimos para la siembra en diciembre", indicó Lucas Norris, socio de la distribuidora de insumos Siner SA, en Las Lajitas.
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