Las cotizaciones de la soja y el maíz en Chicago registraron recientemente los peores niveles de precios observados en varios meses, como consecuencia del informe de existencias trimestrales de granos en Estados Unidos, que reflejaron un nivel de stocks superior al esperado. Por otra parte, la campaña norteamericana va avanzando en un contexto climático que hasta el momento ha permitido acelerar la actividad de trilla.
En la medida que siga avanzando la cosecha, se podrá ponderar con mayor precisión el tamaño final de esta campaña. Este resultado no podrá observarse en el próximo reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) del 11 de octubre, ya que el informe no será emitido en esta oportunidad por el cierre administrativo en ese país.
La parálisis de las oficinas administrativas estadounidenses encargadas de confeccionar estos reportes, han dejado fuera de operatividad laboral a los empleados encargados de recoger muestras, realizar encuestas y evaluar con esta información y la de las imágenes de satélites, el habitual informe mensual de oferta y demanda, vulgarmente conocido en sus siglas en inglés como “WASDE” (World Agriculture Supply and Demand Estimates). La imposibilidad de contar con este reporte le ha generado incertidumbre al mercado granario, al no poder contar con información fehaciente que pueda servir para predecir la tendencia futura de la plaza, particularmente a esta altura del año, en el que los rendimientos ponderados por el USDA van dando alguna señal clara sobre lo que será el resultado de esta campaña 2013/14 en Estados Unidos. Además, el atraso en la siembra de este ciclo genera una incertidumbre adicional, ya que los rendimientos resultan dispares de una zona agrícola a la otra.
En maíz, los rendimientos en las regiones del Oeste del cinturón maicero estadounidense no están dando buenos resultados, aunque otras zonas compensarán esta mala performance y, aunque los cultivos no se encuentren exentos de los peligros de alguna helada temprana, el avance madurativo de los cultivos a esta altura disminuye este riesgo.
Informe
Tampoco se reveló en esta semana el habitual informe del USDA referido al estado de los cultivos, la marcha de la cosecha de los cultivos de verano y la evolución de la siembra de trigo de invierno, todos datos muy valiosos que no se podrán conocer hasta tanto no se solucionen los inconvenientes actuales en la administración estadounidense.
Sin embargo, los informes privados consignan un avance en la trilla de maíz en Estados Unidos de entre un 18% a un 20%, en comparación con el dato oficial de la semana pasada que consignaba un avance del 12%. En 2012 ya se había cosechado el 69% y el promedio de las últimas cinco campañas es del 28%.
En soja, se estima que el avance alcanza entre un 19% a un 25%, en comparación con un 11% del informe oficial de la semana anterior y el 58% del año pasado a esta fecha. El promedio de las últimas cinco campañas indica un avance del 40%.
En nuestro país, la fuerte retención de soja limita la molienda, circunstancia que afirma las cotizaciones de la harina. También en Brasil, las dificultades logísticas que aún subsisten en los puertos, limita la oferta de este subproducto. Como consecuencia de ello, las primas de originación de mercadería en esta región operan con firmeza.
El USDA reveló recientemente las existencias trimestrales de granos en Estados Unidos, con un resultado poco constructivo para las cotizaciones.
Para el cultivo de soja se informó una existencia de 3.8 millones de toneladas, con una expectativa de 3.4 millones de toneladas por parte de los operadores con anterioridad al informe.
Para el maíz, el USDA proyectó existencias al 30/9 de 20,9 millones de toneladas, cuando el mercado esperaba alrededor de 17 millones de toneladas, como consecuencia de un marcado recorte en el nivel del consumo. Además, las perspectivas de una campaña récord alimentan la idea que las existencias finales del próximo ciclo alcanzarán niveles más que aceptables.
El mercado comenzará paulatinamente a seguir las alternativas de siembra de soja en nuestra región, como también la evolución temprana de los cultivos implantados. La posibilidad de una buena campaña regional, a la luz de las intenciones de siembra que se proyectan en Brasil y en nuestro país, debería mantener al mercado a la defensiva. Los elevados costos de implantación favorecerán una superficie de siembra más amplia en la oleaginosa que lo proyectado algunos meses atrás. En la Argentina esta situación se ve agravada por la ausencia de humedad para la siembra de maíz en varias regiones clave.
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