Desde el organismo de control garantizaron que “se sigue de cerca” el control en las quintas de la ciudad y que los valores “son mínimos.
Luego que la ONG Bios publicara recientes estudios que denunciaban la presencia de distintos plaguicidas en diferentes verdulerías de la ciudad, 0223 quiso conocer si el Senasa -que es el organismo responsable de garantizar y certificar la sanidad y calidad de la producción agropecuaria- tiene resultados similares en las muestras que periódicamente ellos realizan.
“Los controles que realizamos dan un porcentaje muy pequeño en excesos de estas sustancias, la situación no es para alarmarse, no es un tembladeral en el que haya que alertar a la población”, expresó Carlos Erreguerena, coordinador temático en Inocuidad y calidad alimentaria del Senasa.
El funcionario sostuvo que el organismo pidió informes a la municipalidad y a las fuentes para certificar las denuncias acerca de la
presencia de residuos de agroquímicos, pero al momento “no contamos con esa información y de esa manera no tenemos elementos técnicos y legales” para afirmar o negar estos datos.
Por otra parte desmintió que los estudios que realizaron hace tres años desde la ONG Bios motivara que luego el Senasa haga los estudios propios, ya que resaltó “desde el 2006 estamos realizando un plan de control en las diferentes quintas de la ciudad. Incluso tenemos información documentada con las imágenes de varios cultivos que fueron arados por no cumplir con las disposiciones vigentes. Nos han echado de varias quintas por esto”, sostuvo.
“Hay problemas pero no estamos en una situación límite”
Erreguerena enfatizó que “sabemos que hay problemas, estamos al tanto y nos preocupamos por esto. Hay que estar atento pero no estamos en una situación límite”.
En ese sentido explicó que las mayores irregularidades que registran en los controles es el “desvio de uso” de los productos que se utilizan. “Son cerca del 40% de los campos registrados, donde se utilizan productos no recomendados para ciertas especies o no se calibra correctamente la maquinaria por lo que las dosis pueden ser en exceso o todo lo contrario y que no produzca el efecto deseado”, dijo.
“Tiene que haber un cambio cultural en los productores y en los consumidores”
El coordinador del Senasa indicó que “es muy difícil cambiar la mentalidad del productor de la noche a la mañana, que hasta hace pocos años no tenía los controles que tiene hoy. A su vez también tiene que haber un cambio cultural en el consumidor, que según datos que recabamos, quieren que las verduras no tengan ni un bicho y eso es casi imposible sin agroquímicos”, explicó.
Fumigaciones a 50 metros de viviendas
Las distintas denuncias en torno a la fumigación -en muchos casos nocturnas- a escasos metros de viviendas, es según Erreguerena, “un tema que deben tratar en primer lugar los municipios. Todo lo que sea denuncia no hay que desecharlo. Y la Municipalidad debe tener un estudio epidemiológico en las zonas periféricas para establecer si hay grado de contaminación a la población”, sostuvo.
“Desde el Senasa-argumentó- se está trabajando en conjunto con diferentes organismos, desde los productores hasta los ecologistas. No debemos pelearnos entre nosotros sino más bien trabajar en conjunto para el bien común”, finalizó.
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