Una disposición del Gobierno cambió drásticamente la operatoria de los vendedores de manzanas y peras. Muchos contratos externos ya fueron cancelados.
La preocupación crece entre los productores y exportadores de manzanas y peras patagónicas. Es que la consolidación de la Disposición 1108/13, que empezó a regir en noviembre del año pasado, complicó la operatoria de entrega de mercadería a los mercados externos, con la consiguiente protesta e incluso cancelación de los contratos.
“La medida nos prohíbe el trasbordo en el puerto de Montevideo. Nos llegó obligatoriamente, la acatamos con buena voluntad, pero la verdad es que todo derivó en un desastre”, explicó a SuperCampo Jorge Thefs, gerente general de la cooperativa Productores Argentinos Integrados S.A., con sede en General Roca, Río Negro.
Según indicó, desde 2003 y hasta noviembre del año pasado los empaques de peras y manzanas se realizaron en unfeeder -barco de pequeño porte- que partía desde el puerto rionegrino de San Antonio Oeste hacia la capital uruguaya, donde los containers eran trasladados al buque madre, que salía al destino final.
Este aceitado sistema lograba que los feeders estuvieran de vuelta en la Argentina 20 horas después de haber salido, para ya alzarse con otro empaque.
Luego de aclarar que los buques madre no pueden salir de San Antonio Oeste a causa del escaso calado del río en esa zona, Thefs explicó que a fines del año pasado se encontraron con esta disposición que les impidió seguir trabajando de esa forma. “La temporada empieza los primeros días de enero. Para nosotros es una carrera contra el tiempo el buscar las alternativas en función de la comecialización y la estructura de abastecimiento, sobre todo porque trabajamos hasta fines de mayo, cuando el hemisferio norte comienza a producir sus propias frutas y deja de importar”, señaló.
Según dijo, el problema surgió porque “Uruguay no adhirió al convenio de transporte marítimo del Mercosur”.
Luego de anoticiarse, los exportadores mantuvieron varias reuniones con funcionarios del Gobierno, y aceptaron cambiar de puerto de trasbordo. Así, acordaron comenzar a operar con Río Grande, Brasil. Y comenzaron los problemas.
“Viajamos un día y medio más. Y lo que antes tardaba 20 horas ahora demanda cuatro días. Encima, es un caos el sistema de abastecimiento que manejan”, comentó el también empresario privado. Uno de los inconvenientes es que el puerto brasileño cierra cuando hay mal tiempo. Además, es mucho más lenta la operatoria. Y si a esto se le suma que los buques madre parten en tiempo, tengan o no cargados los containers argentinos, la situación se complica aún más.
“Recibimos quejas todos los días, y en algunos casos nos están cancelando programas. Nos piden que les garanticemos la entrega de mercadería en función de los contratos, pero con Río Grande es imposible”, se lamentó Thefs.
La exportación de peras y manzanas rionegrinas mueve alrededor de 180 mil toneladas de fruta en contenedores, y emplea a cerca de 70 mil trabajadores.
Los representantes del sector mantuvieron ayer un encuentro con el gobernador Alberto Weretilneck, en el que le informaron acerca de la situación desesperante que atraviesan. También se reunieron con el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, y con el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti.
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