Durante la última campaña agrícola Argentina redujo el volumen de exportación de manzanas a Rusia al nivel más bajo de los últimos cinco años. Los expertos rusos han llegado a la conclusión de que los proveedores europeos están desplazando la producción argentina del mercado ruso.
Ésta es una de las pocas frutas que consiguen madurar a tiempo en el clima frío de Rusia, por lo que numerosos platos de su cocina nacional la incluyen en sus recetas. Sin embargo, el Estado no fue capaz de asegurar una producción suficiente para abastecer la demanda interna.
“El problema de la producción rusa reside en que es casi inexistente. Todavía somos capaces de cultivar manzanas, pero éstas se destinan a la elaboración de mermeladas o bien a la obtención de jugo. Su transformación resulta menos rentable que en Europa y, por otra parte, no estamos preparados para ofrecer un procesamiento de calidad”, explicó a “Rusia Hoy” Dmitri Potapenko, miembro de la directiva de Management Development Group.
La producción nacional rusa está decreciendo: de 960.000 toneladas en el 2012 a 825.600 este año, con un grado de consumo que alcanza los 1,54 millones de toneladas.
Según el diario “RBC”, en el 2012 la manzana fue el producto que registró el incremento más significativo de la importación en Rusia (11%). La mitad del volumen de importación proviene de Polonia.
Los productores argentinos, por el contrario, están reduciendo su presencia. Según datos aportados por el portal del sector “APK inform: frutas y verduras”, en la temporada 2012-2013 Argentina descargó en el mercado ruso sólo 28.000 toneladas de manzanas, lo que supone un 20% menos que el año anterior y constituye el indicador más reducido de las últimas cinco campañas.
En julio de este año se produjo el recorte más brusco de la importación de manzanas argentinas. Entonces este país distribuyó sólo 2.300 toneladas, un 71% menos que en julio del 2012, fecha en la que se adquirieron 8.000 toneladas.
Como resultado, en el índice de países proveedores de manzanas Argentina descendió en julio al quinto puesto, aunque un año antes había cerrado la clasificación del mismo mes entre los tres primeros. En cuanto al índice correspondiente al período anual, el país sudamericano conserva de momento el octavo puesto. “La razón de la pérdida de interés por las manzanas argentinas es simple”, plantea Dmitri Potapenko. “Sencillamente, hay con qué reemplazarlas. El margen de precios de este producto es bastante alto y su logística requiere más tiempo. Las manzanas europeas llegan al mercado ruso en un plazo significativamente más breve y por un precio menor”, señala el experto.
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