Pablo Adreani, de la consultora Agripac, asegura que los productores deberán ajustar lo que pagan por arrendar campos si no quieren quedar fuera del negocio.
Para el consultor Pablo Adreani, la soja futura genera “una gran preocupación”. Con los costos actuales, la oleaginosa no sería rentable en zonas alejadas de los puertos, por lo que obliga a una reestructuración. El maíz, por el momento se mantiene apenas alejado de ese escenario bajista, y el trigo presenta un mejor panorama en cuanto a los precios, aunque con dudas respecto a la superficie sembrada y la oferta de la próxima cosecha.
“Acá hay una preocupación grande con respecto a los precios de la soja futura, que se encuentra en 280 mientras que la disponible está en 300 dólares. Hay un sentimiento generalizado de que la variable para el año que viene es el costo del alquiler. Con el precio actual de la soja futura, aquel productor que paga el mismo alquiler que el año pasado, se funde”, subrayó el director de Agripac.
Adreani pidió “racionalidad” a los propietarios de tierras y que “resignen ingresos” para acomodarse a esta nueva situación. “Hasta ahora veníamos con mercados en suba permanente, este es el primer año de quiebre. La baja aflora los costos en dólares”, afirmó.
A diferencia del maíz, cuyo valor futuro a septiembre se encuentra un dólar por debajo del disponible, la brecha entre el valor actual y el futuro de la soja, para la misma fecha de entrega, es de 54 dólares. Para Adreani, “La baja vino para quedarse en soja y se puede todavía ser mayor”, lo cual genera dolores de cabeza a varios: “El 50% más del ingreso de divisas proviene de la soja. Para el productor, el Gobierno y el país, una caída del precio de la soja de 70 dólares por tonelada representa un ingreso menos de 5 mil millones de dólares”.
“A los precios actuales, NEA y NOA no es rentable. La situación es preocupante en zonas alejadas, y en aquellas que todavía hay posibilidades de arrendar, la ecuación puede ser positiva si te acompaña el clima y tienes buenas performances”, añadió.
Con respecto al trigo, una de cal y una de arena: “Estoy tomando una reducción de siembra de trigo para año que viene y veo un volumen de oferta más ajustado que el actual. Las tendencias de mercado que vemos ahora en 196 dólares podemos decir puede llegar a ser un piso. Es muy probable que el trigo en enero pase a valer 220. Eso es lo que muchos productores están jugando, a una recuperación fácil de 30 dólares por tonelada”.
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