Finalizando julio, la atención está puesta en la evolución de los pronósticos climáticos de corto plazo. Estas próximas dos semanas atravesaremos gran parte de la floración del maíz en Estados Unidos, entrando en la etapa fundamental, ya que se definen prácticamente los rendimientos. La atención estará, entonces, en la proyección de la cosecha del principal productor mundial y eje de la comercialización internacional de maíz, que entra en tiempo de descuento.
Finalizando julio, la atención está puesta en la evolución de los pronósticos climáticos de corto plazo. Estas próximas dos semanas atravesaremos gran parte de la floración del maíz en Estados Unidos, entrando en la etapa fundamental, ya que se definen prácticamente los rendimientos. La atención estará, entonces, en la proyección de la cosecha del principal productor mundial y eje de la comercialización internacional de maíz, que entra en tiempo de descuento.
Si bien, durante el período de siembra el clima no fue favorable, demorando la maduración hasta 3 semanas en el corazón del cinturón maicero norteamericano, a partir de junio las temperaturas y las precipitaciones estuvieron dentro de los promedios históricos, desarrollándose un ambiente propicio para la evolución de los cultivos. El lunes pasado el USDA catalogó al 66% del maíz implantado como bueno/excelente, muy alejado del dramático 31% que ostentaba el año pasado para esta época del año. Si bien se espera un nuevo recorte de 2/3 puntos en la calificación de esta semana, la foto de hoy es de una gran cosecha.
Los fondos están atravesando el corazón del mercado climático norteamericano levemente vendidos. Con una idea preliminar de área implantada récord, el USDA sostiene todavía una superficie superior a 39 millones de hectáreas, más las condiciones climáticas favorables reinantes, hacen cada vez más alcanzable la ambiciosa proyección de rendimientos promedios cercanos a los 100 qq/ha y de una producción norteamericana arriba de 350 millones de toneladas, un 30% mayor a la vigente.
Por el lado de la oferta, al menos en lo que respecta a la del Hemisferio Norte, los datos hasta el momento presionan la evolución de precios, aunque el mercado estará atento a los pronósticos de las próximas semanas que podrían llegar a alentar la suma de prima climática, definiendo la apuesta. La proyección es que una recomposición de existencias finales importante, triplicando los niveles de inventarios actuales.
Así, Estados Unidos volvería a tener un papel protagónico en el comercio mundial de maíz, estimándose que exporte esta próxima campaña, otra vez, por encima de 30 millones de toneladas. Recupera, de esta manera su share en el mercado, acaparando el 32% de las ventas proyectadas, mientras que en la cosecha vigente, con un sustancial recorte en los rendimientos, copó apenas el 20%, dejándole espacio a nuestro país y, especialmente a Brasil que se consolidó como principal exportador con ventas por encima de los 20 millones de toneladas.
Las noticias alcistas, entonces, este año podrían estar del lado de la demanda cuando, a partir de septiembre, cuando comience a avanzar la trilla en Estados Unidos, en pleno apogeo. Sí será importante este año la evolución de las ventas externas semanales, compitiendo estacionalmente con el maíz del Mar Negro, que se define como principal exportador de los países africanos hasta marzo que entra el maíz sudamericano, y con el maíz de segunda de Brasil que está próximo a generalizar su cosecha.
Un dato a tener en cuenta, con respecto al consumo, es que China está comprando muy activamente en el mercado para reponer existencias, aprovechando la baja estacional de precios comentada: el maíz norteamericano a cosecha es 18 dólares más barato. El jueves pasado el USDA sorprendió con ventas declaradas de maíz nuevo a China por 1.59 millones de toneladas, sumándose, preliminarmente, 212.000 que se declararon a destinos desconocidos.
China, que llegó a superar a Argentina en sus exportaciones de maíz hace 10 años, en la cosecha 2002/2003 exportó 13,5 millones de toneladas, consolidándose como segundo exportador, detrás de Estados Unidos, con un 20% del mercado, se espera que esta campaña importe por lo menos 7 millones de toneladas, vs las 3 del año anterior, aunque hay analistas que dicen que podría superar los 10 millones de toneladas, considerando el deterioro en los cultivos en China y el avance progresivo en el consumo.
Consideremos que Japón es el principal importador de maíz con 15 millones de toneladas al año.
Concretamente, las ventas externas forward de 13/14 de maíz en Estados Unidos alcanzan ya el 23,5% del total proyectado (32 millones de tns totales), cuando el promedio de los últimos 5 años para esta época del año es que los compromisos anticipados alcancen el 16%. Todo esto aún cotizando 60/70 centavos/bushel por encima del maíz brasilero o del Mar Negro que acaparan próximamente el mercado.
Hay que considerar, además, que el consumo interno norteamericano se ha mostrado muy eficiente, a pesar de los niveles récords de precios de la última campaña, han sabido cuidar sus márgenes y que saldrán a competir aguerridamente por la originación del maíz nuevo a medida que esté disponible ya que la industria no suele comprar por anticipado. Tener en cuenta que la productividad es muy buena, tanto en la industria del etanol como en la ganadera, y que aun con el salto en las exportaciones, el consumo interno representa el 83% de la demanda del maíz norteamericano.
Otro factor a seguir de cerca va a ser el ritmo de venta de los productores en Estados Unidos, no creo que sea importante la intención de colocar el maíz a cosecha casi 100 dólares más barato que el año previo, con la sólida estructura financiera, capacidad de almacenaje, y con el esquema de demanda constante, expuesto, que genera el consumo interno. Un tema para seguir con atención, una esperanza más para el maíz cosecha nueva argentino.
Con respecto al mercado local, la sobrevaluación de las posiciones más cortas en Chicago, que reflejan todavía un esquema de oferta y demanda doméstico norteamericano por demás de ajustado, desorienta la composición de los precios disponibles locales, que toman Chicago como referencia: mercado invertido.
Si bien todavía los temas logísticos copan la agenda, la noticia de la semana, por el lado de la oferta, fue el importante ajuste en su estimación que hizo el Ministerio de Agricultura reportando una cosecha de maíz 12/13 argentina, absolutamente récord de 32 millones de toneladas, que salió en todos los diarios, no sólo por lo destacado del volumen, si no por la sustancial diferencia con las proyecciones de otros organismos oficiales, de seria trayectoria e investigación, como las Bolsas que están en 25/26 millones de toneladas.
El área y los rendimientos del maíz de segunda, que fue importante ese año y que se sembró tarde por cuestiones climáticas, son la justificación del importante salto cuantitativo. La atención estará, en lo concreto, en el consenso de oferta al que lleguen los integrantes de la cadena en la reunión que se realizará el 11 de septiembre, coordinada por la Secretaría de
Comercio Interior, y donde se discutirán los volúmenes declarados, así como la definición del saldo exportable final, dando el marco a la comercialización, resolviendo la estructura del mercado. A tener en cuenta.
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