Se estima que ya hay unas 13,4 millones de hectáreas afectadas por el agua en Buenos Aires. Se trata del 45% de la superficie agrícola nacional. A los retrasos en la siembra de maíz y soja, ahora se suman las pérdidas en lechería.
La etapa lluviosa que aún no termina en la zona agrícola argentina sigue complicando el desarrollo de las tareas en el campo. Después de que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recortara su estimación de cosecha nacional, también lo hizo la publicación especializada Oil World. Según las proyecciones internacionales, la cosecha nacional de soja no va a alcanzar las 55 millones de toneladas, y está más cerca de las 50 millones de toneladas, en momentos en que el mundo mira a Sudamérica para recomponer los stocks mundiales de granos, deprimidos por la sequía en los Estados Unidos. Mientras, el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Arrieta, reconoció que la siembra de soja está paralizada en su provincia, en el corazón de la región agrícola nacional, según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el avance de siembra logró cubrir el 3,6 % de la superficie proyectada en 19,7 millones de hectáreas “reflejando un leve progreso intersemanal de sólo 1,6%, e incrementando el retraso interanual a -8,9% en comparación a similar fecha del ciclo previo”. Las noticias son peores para el maíz. Según la Bolsa de Cereales, las precipitaciones siguen causando demoras en las labores de siembra de maíz “de manera tal que a la fecha se lleva cubierto solamente el 40% de la superficie tentativamente proyectada en 3,4 millones de hectáreas” y con esto, mantiene un gran retraso interanual de 16,8 puntos”. Aún así, desde la asociación de la cadena del maíz, Maizar, anticiparon que esperan una cosecha de 27 millones de toneladas para el presente ciclo, lo que sería un valor histórico. Según la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), se estima que ya hay unas 13,4 millones de hectáreas afectadas por el agua en Buenos Aires. Para dimensionar este alcance, se trata del 45% de la superficie agrícola nacional. Si bien estas tierras tienen diferentes grados de afectación, el denominador común es que no pueden desarrollarse en ellas las tareas agrícolas necesarias, ya sea porque están bajo el agua, o porque el barro no deja ingresar a las máquinas agrícolas, o porque están anegados los caminos de acceso. La situación también afecta a la ganadería y a la producción lechera. Según el trabajo presentado por Carbap, hay al menos 500 tambos, de un total de 1.300 de la cuenca productora del Oeste, que están sufriendo el exceso de agua. Mientras en esta zona la merma en la producción promedia el 10%, en las provincias productoras de Santa Fe y Córdoba, afectadas por el exceso de agua, especialmente la primera, están aún contabilizando las pérdidas. Se espera que una vez cuantificadas oficialmente, se proceda a declarar las correspondientes situaciones de emergencia.
Fuente: lacalle-online.com
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