Los procesos de intensificación en la producción de leche y carne, y planteos mixtos (granos y ganadería) en el norte cordobés estuvieron entre los contenidos técnicos de la Séptima Jornada de Estudiantes de Agronomía que se realizó en el campo escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba.
Pablo Lozano, gerente de la Compañía Anglo Córdoba de Tierras, expuso sobre el proyecto agrícola-ganadero que alcanzó excelentes resultados económicos en el norte provincial. Para Lozano, el proyecto en cuestión tuvo un perfecto equilibrio para administrar los recursos.
“Nos habíamos propuesto la diversidad productiva como punto de partida. En un campo grande, pensamos en destinar una buena parte a la actividad agrícola y la restante a la ganadería. Así, destinamos 9.000 hectáreas a agricultura y 3.000 a la ganadería. Las hectáreas ganaderas terminaron valiéndose de la producción de granos”, dijo.
En una experiencia que tuvo mucha vinculación con el valor agregado, explicó que “el buen resultado del maíz sirvió para la cría bovina y porcina. La ecuación era viable, mucho más que enviar toda la producción de maíz a un puerto distante a 600 kilómetros, que encarece costos de traslado. De esa forma, se puede avanzar en una opción más equilibrada e integral de toda la producción”.
El ciclo 2011/2012, indicó, fue por demás exitoso: “El margen bruto de la ganadería fue superior a la de la agrícola. El secreto radicó en que ese año hubo pocas lluvias, con un impacto mayor en los cultivos, pero por contrapartida buenos precios en ganadería. Hablar de diversificación nos hace pensar en un resultado equilibrado; si caen los precios de los granos la ganadería puede recuperar lo perdido”, afirmó.
Respecto del manejo en ganadería destacó: “Para el buen resultado, debimos ser eficientes. Sistema de ciclo completo para producir desde la gestación del ternero hasta el engorde en edad bien temprana. Debimos aplicar criterios estrictos de sanidad y alimentación con celeridad para desarrollar al año y medio del ternero un animal de más de 400 kilos”.
El veterinario Néstor Latimori, del Inta Marcos Juárez, dejó un mensaje claro a los futuros ingenieros agrónomos: “Cuando el gordo tiene buen precio, cualquiera es productor en la Argentina”. De esa forma, el técnico se refirió a los riesgos que puede llegar a tener
la intensificación en ganadería.
A su turno, el ingeniero José Simondi, quien se desempeñó como encargado del tambo del Inta Manfredi, consignó que la intensificación es un camino inminente en lechería, por cuanto la actividad necesita ser más competitiva para ganarle espacio a la agricultura, y en especial a la soja.
“La ganadería y la lechería, en particular, necesitan especialistas para dar estos pasos de crecimiento. Por eso, los invito siempre a capacitarse para ser la nueva generación de asesores y especialistas que generen los cambios necesarios”, instó Simondi a los estudiantes.
Fuente: lavoz.com.ar
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