“A nosotros nos está significando ya la pérdida de buena parte de los trigos, que si bien no hay mucho, unas 1.500 hectáreas en la zona de Villa Angela, hoy estarían quedando la mitad y el resto está prácticamente que no se va a recuperar enseguida”, señaló.
Agregó que “con los girasoles empieza a sentirse el mismo problema, algunos no alcanzaron a nacer, otros están chiquitos y estacionados, no crecen, de manera que nos hace falta en forma urgente una lluvia significativa o por lo menos unos 50 o 70 milímetros para poner en carrera a los girasoles y algunos trigos que todavía se están defendiendo”.
El algodón
“Para el algodón sabemos que tenemos más tiempo”, expresó Costa y agregó que en la Delegación del Ministerio de la Producción “estamos empezando a atender con respecto a créditos para los productores algodoneros que el gobernador anunció que son $ 450, que van a ser $250.- en efectivo que creemos serán depositados en la caja de ahorros del productor y $200.- en algún insumo con algún comercio o en combustible”.
“Para esto hay que cumplimentar la documentación que requerimos habitualmente, así que los esperamos a los productores para trabajar en la recepción de las solicitudes y la presentación de la documentación para esto que en principio sabemos que es un crédito para algodón que apunta a recuperar la superficie de siembra”, explicó.
“Para este cultivo estaríamos con posibilidades de sembrar a partir del 1 de Octubre en el aspecto legal y de acuerdo con las sugerencias del SENASA y del Ministerio de la Producción, por lo que tenemos margen para que pueda llover para el algodón pero nos preocupa realmente la superficie sembrada con trigo y girasol que empiezan a tener serios problemas igual que en la ganadería con pastos secos. En algunos lugares también el fuego ha hecho daño, las napas que bajaron muchísimo y están comprometiendo el mantenimiento y provoca también costos adicionales ya que algunos tienen que acarrear agua”, manifestó.
En la ciudad
No menor es la crítica situación que se padece en esta ciudad, donde salvo algunos sectores que reciben algo del vital líquido la falta de esto en numerosos barrios es sumamente preocupante, máxime que avanzan los tiempos, pasan los días y la situación no cambia y el padecimiento se va transformando como moneda corriente, lo que no significa que la gente se acostumbre a esto y los reclamos se hacen sentir.
Sin duda esta ciudad no podrá ser parte de los anuncios del agua que se envía a través del ferrocarril, ya que Villa Angela no cuenta con este servicio desde hace mas de veinte años, por lo que se deduce que habría que adoptar otros criterios para que nuestra ciudad pueda disponer de este elemento vital que no solo permite calidad de vida sino que también es fundamental para la salud de este pedazo de tierra Chaqueño que tristemente hoy padece de esta enfermedad “la falta de agua potable”.
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