En la primera mitad del año en curso los embarques de jugos concentrados de peras y manzanas alcanzaron las 35.556 toneladas, volumen equivalente a 22.126 pallets, según datos dados a conocer por la terminal de servicios portuarios Patagonia Norte.
Este nivel de ventas externas de jugos se ubicó un 12% por encima de las exportaciones realizadas hasta el 30 de junio de la temporada 2012 y resultó un 10% superior al promedio de los volúmenes embarcados en los últimos diez años.
Si la comparación se realiza con la temporada 2003, que fue la de mayores ventas de jugos concentrados desde el 2000 a la fecha, la caída llega hasta el 27%.
En lo que va de la temporada 2013 se ha destacado como un rasgo característico la diferencia en el precio que ofrece la industria por la fruta respecto de años anteriores.
Hoy es común escuchar la queja de los productores, quienes sostienen que los valores que promete pagar la industria por la fruta destinada a jugo concentrado no alcanza siquiera para cubrir los costos productivos. Por ejemplo, en la actualidad el kilo de manzanas se recibe a 30 centavos de peso y el de peras, a 20 centavos, según los últimos datos recogidos en el mercado. No obstante, lograr ese kilo de fruta que va a la industria al chacarero le cuesta entre 50 y 60 centavos de peso. Es decir que el productor estaría recibiendo un pago por su mercadería que es prácticamente la mitad de lo que le cuesta obtenerla, una ecuación que no cierra por ningún lado y que llevó a que varios propietarios de chacras en la región decidieran dejar la fruta en las plantas.
Hasta aquí la cuestión llevaría a pensar que la industria está haciendo el negocio que le resulta más favorable, presionando para lograr los precios más bajos posible, pero en rigor es un sector al que tampoco las cosas le están yendo muy bien, ya que está sometido a los vaivenes de un mercado en el que China marca la agenda y en el que es prácticamente imposible planificar a mediano o largo plazo.
De acuerdo con consultas realizadas por "Río Negro", lo que no ha variado en demasía es que los pagos para aquellos que igualmente deciden entregar su fruta a la industria se realizan por lo general dentro de la semana siguiente. De esta manera se consigue algo de dinero para seguir funcionando, lo cual para un sector plagado de contratiempos no deja de ser un aliciente.
Fuente: www.rionegro.com.ar
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