La novedad, con posible impacto, estuvo en los cambios que realizó la Presidenta en los miembros del Gabinete, con particular interés para el agro: Carlos Casamiquela es el nuevo ministro y se aceptó la renuncia de Guillermo Moreno, como Secretario de Comercio Interior.
La medida fue inicialmente evaluada por algunos sectores como positiva, a la espera de decisiones que ayuden al sector agropecuario.
El impacto en los mercados pudo verse en los precios del trigo que, luego de varias jornadas consecutivas de bajas, operó el miércoles con subas de hasta cuatro dólares con posterioridad al anuncio.
Igualmente, los precios del cereal continuarán presionados por el avance de cosecha, aún con pobres resultados pero con expectativas de una recuperación en la medida que se traslade hacia el sur de la región productora.
Las cifras de cosecha se ajustarán cuando el flujo de la provincia de Buenos Aires ingrese al mercado. Su importancia representa casi 70 por ciento de la estimación que esta semana realizó la Bolsa de Comercio de Rosario sobre un total de 9,1 millones de toneladas, inferior a la estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, pero 4,5 por ciento arriba del año pasado.
Con un incremento de la oferta se genera un excedente exportable por el que la exportación puede pedir ROE. La apertura anticipada del registro 13/14 nos indica que se pueden exportar cinco millones de toneladas.
El sector exportador muestra que tiene comprado un volumen suficiente para solicitar ROE; también comprando volumen en los últimos días por la mayor oferta disponible que le permite pagar determinado precio al comienzo del día y bajar al final de la jornada.
Con los menores precios están mejorando el margen para poder exportar, aunque sin poder concretar negocios por la ausencia de ROE.
Con exportaciones, los precios tendrían un piso pero con la limitación actual donde la industria puede comprar volumen con precios bajos, el productor de trigo nuevamente es el perjudicado.
Los altos precios que vimos unos meses atrás solo pudieron aprovecharlos aquellos que tenían trigo o cosecharon temprano el cereal, mientras que 90 por ciento encontrará precios cercanos a 220 dólares o inferiores en plena cosecha. Por eso se recomienda vender para quien necesita liquidez y esperar mejores valores, luego de la presión habitual de cosecha.
El trigo es el producto que tiene elementos que fundamentan la baja, mientras que el maíz encuentra sostén en la poca oferta que ingresa al circuito comercial frente a una demanda que no puede esperar y convalida precios más altos.
En la soja: mientras los precios disponibles continúan con firmeza a pesar de algunas bajas, la oleaginosa 13/14 comienza con el impulso necesario para una buena campaña.
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