Genética y prácticas agronómicas son artífices del crecimiento.
os incrementos en los rendimientos del maíz han venido de la mano en los últimos años de la evolución en la genética y las prácticas agronómicas. Sin embargo, lo que todavía no se conoce es cuál es el techo para esos rendimientos.
Para responder a ese interrogante, la compañía Nidera organizó un taller en la ciudad de Rosario, en el que los especialistas en manejo, tecnología de siembra y genética dieron todas las claves para apuntar lo más alto posible.
“Manejar este tipo de cultivos requiere recopilar diversas cantidades de información y manejar un sistema donde cada componente puede ser vital”, señaló Gabriel Espósito, especialista de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), quien luego indicó que “según diversos investigadores, es posible obtener entre 19,4 y 25 toneladas por hectárea de rendimiento potencial, e incluso existe un registro de 30 toneladas por hectárea obtenido en hidroponía en el desierto de Texas, bajo invernadero, aunque sea en una superficie minúscula”.
Para alcanzar los máximos rendimientos, basándose en los datos de ocho ensayos llevados a cabo por la UNRC desde 2005/2006 hasta la última campaña, Espósito recordó que existe un aumento del potencial a medida que se incrementa la longitud del ciclo, y recomendó sembrar el 6 de octubre, para hacer coincidir la floración con el pico de radiación.
Por su parte, Gustavo Turri, de la Universidad de Belgrano, centró la mira en la siembra neumática. “La semilla viene cada vez con más tecnología, es decir que si recurro a esas técnicas modernas, la siembra variable, etcétera, tengo que estar dotado también de la mejor tecnología en siembra”, sostuvo Turri, y se preguntó: “¿No será hora de guardar y descartar el sistema mecánico de placas? Porque en Europa y los Estados Unidos se dejó de utilizar hace 15 años”.
AVANCES EN GENÉTICA
Por su parte, Pablo Donadio, mejorador de maíz de la compañía, comparó los rendimientos históricos y actuales del maíz argentino frente al de los Estados Unidos. En la media histórica, mientras el país norteamericano se ubica en 9400 kilogramos por hectárea, la Argentina está en los 6500. Ambos países han hecho grandes avances, pero aún así, según Donadio, “la brecha que tenemos nosotros para crecer, a partir de nuestros ensayos de breeding, es bastante amplia, de 3500 kg/ha, aproximadamente”, ya que actualmente los valores están en 12.800 y 9900 kg/ha, respectivamente.
En este sentido, sostuvo que el objetivo de la compañía es lanzar materiales cada vez más competitivos al mercado.
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