Estamos a mediados del mes de noviembre y las condiciones climáticas están acompañando a la siembra de los cultivos de verano. La mayoría del territorio nacional ha recibido precipitaciones considerables en las últimas semanas, lo que ha significado la salida de las sembradoras al campo. El sorgo es un cultivo que está ganando terreno y [...]
Estamos a mediados del mes de noviembre y las condiciones climáticas están acompañando a la siembra de los cultivos de verano. La mayoría del territorio nacional ha recibido precipitaciones considerables en las últimas semanas, lo que ha significado la salida de las sembradoras al campo. El sorgo es un cultivo que está ganando terreno y debido a la ausencia de eventos transgénicos, es muy importante lograr un buen lote desde el inicio para asegurarse el éxito en la temporada.
El cultivo de sorgo, en sus diferentes variantes, está tomando suma importancia tanto en planteos agrícolas como ganaderos de nuestro país. Pero para poder aprovechar todas las ventajas que tiene esta especie es necesario conocer sus requerimientos y, en la medida de lo posible, darle al cultivo las condiciones favorables para su crecimiento y desarrollo.
En primer lugar, resulta de suma importancia sembrar en un lote barbechado, con suficiente acumulación de agua y libre de malezas. Para lograr ésto es necesario planear la siembra con anticipación y realizar las labores correspondientes, ya que una vez emergido el cultivo, la opción de herbicidas para el control de malezas se reduce drásticamente.
Sin embargo, hoy contamos con una herramienta imprescindible a la hora del control de poáceas en sorgo. Son los herbicidas del grupo de las cloroacetamidas (S-metolacloro y acetoclor), pero hay que tener presente que la semilla de sorgo tiene que estar curada con el antídoto correspondiente para poder usar este herbicida. Para ampliar el espectro de control este herbicida se puede usar junto con atrazina, controlando así varias especies latifoliadas.
El control de insectos es sumamente importante, en especial los gusanos de suelo, que pueden causar, y están causando algunos daños considerables. Por esta razón es recomendable aplicar lambdacialotrina en preemergencia, junto con los herbicidas arriba mencionados.
La temperatura del suelo al momento de la siembra es de suma importancia, aunque hoy gran parte del área sorguera argentina debe estar por arriba de la temperatura mínima recomendada de 18°C en ascenso durante 3 días consecutivos. Si se siembra con temperaturas de suelo menores a las recomendadas, se corre el riesgo de retrasar la emergencia de las plántulas, dejando la semillas expuestas a condiciones adversas por mayor cantidad de tiempo y desfavoreciendo al cultivo en la competencia contra las malezas. Tabla 1.
Como conclusión se puede decir que es de suma importancia la implantación del cultivo de sorgo para su éxito futuro. Ésta dependerá del agua disponible, de ahí la importancia del barbecho; y del control de malezas e insectos en los estados iniciales. La temperatura del suelo al momento de siembra es crucial, ya que ésta determinará el tiempo que tarde el cultivo en emerger y por ende, la cantidad de días que las semillas o plántulas estarán expuestas a factores adversos. Una vez que el cultivo emerge, resulta muy importante el control de malezas ya que inicialmente no tiene una alta tasa de crecimiento, pero una vez que el cultivo cubre el entresurco, la competencia contra las malezas favorece al sorgo.
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