Existen además determinadas regiones en donde el perfil no logró almacenar humedad previamente, con lo cual, sumado a las escasas lluvias, el cultivo de trigo ya está comenzando a perder potencial de rendimiento.
Sólo se registraron precipitaciones escasas sobre el sur bonaerense, en donde casualmente el cultivo presenta buenas condiciones, gracias a reiteradas lluvias que acumularon durante las últimas semanas. Precisamente, en el Sudeste de Buenos Aires prácticamente el 100 % del área transita pleno macollaje y en muy buenas condiciones, aunque aún serían necesarias lluvias de mayor caudal para realizar una correcta re-fertilización.
La vecina región del Sudoeste de Buenos Aires y Sur de La Pampa, presenta un gran porcentaje del área en muy buen estado, aunque sectores del sur pampeano comienzan a verse afectados por la falta de lluvias.
De este modo, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculan que cerca del 45 % del área nacional se relevó en muy buenas condiciones, transitando etapas iniciales de cultivo (macollaje).
Hacia el Centro y Oeste de Buenos Aires, si bien la situación no es tan favorable como la recién descripta, y el cultivo aún se encuentra retrasado en su desarrollo, los cuadros presentan en general buenas condiciones. De acumular precipitaciones en el corto plazo podrá revertir su panorama, que hoy por hoy cuenta con una ajustada oferta hídrica.
Respecto a los Núcleos Norte y Sur, el panorama es similar; las heladas de los últimos dos meses ralentizaron el crecimiento y ocasionaron un fuerte amarillamiento o senescencia de hojas, agudizado por la ausencia de lluvias. No obstante, aún no se han relevado pérdidas en el potencial de rendimiento, aunque de no registrarse lluvias en los días venideros esto será irreversible, ya que este importante cereal comenzaría a transitar su etapa crítica bajo condiciones de estrés.
Hacia el norte del área agrícola nacional, NOA y NEA, la situación del cultivo de trigo es crítica, informaron desde la Bolsa, dado que ya se registró una gran amplitud térmica durante las últimas semanas, con incidencia de fuertes heladas y también altas temperaturas, además de escasas o nulas precipitaciones. Debido a esto, se puede apreciar en la región amarillamiento y manchoneo de cuadros, por lo cual el grueso de lotes ya ha perdido potencial de rinde y se han relevado cuadros puntuales que no llegarán a cosecha.
En el Centro-Norte de Santa Fe, la situación es heterogénea, dado que los cuadros que aún tienen humedad en el perfil mantienen una condición de regular a buena, mientras que el resto comienza a perder expectativa de rinde. Esto se debe a que el cultivo de trigo transita desde macollaje hasta principio de espigazón, con una ajustada o insuficiente oferta hídrica dependiendo del lote.
En lo que refiere específicamente al factor climático, el agroclimatólogo Eduardo Sierra estimó para su informe de septiembre que las precipitaciones se concentrarán fuertemente sobre el litoral fluvial y marítimo y la cordillera sur, siendo moderadas a escasas en la mayor parte del área agrícola.
- El centro de Santa Fe, Entre Ríos y el este de Buenos Aires observarán precipitaciones abundantes (más de 75 mm) con posible focos de tormentas severas, con aguaceros torrenciales, granizo y vientos.
- El centro del NOA, el sur de la Región del Chaco, el este de Córdoba, partes de Santa Fe y el oeste de Buenos Aires observarán precipitaciones moderadas (25 a 75 mm).
- La cordillera sur registrará fuertes tormentas, que extenderán su acción hacia el sur de Cuyo y el sur de La Pampa, provocando precipitaciones abundantes.
Continuarán produciéndose entradas de aire polar, que provocarán descensos térmicos.
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