En la Argentina, la producción de kiwi está concentrada en unas 300 hectáreas que producen, en promedio, 30.000 kilogramos por hectárea. En la zona de Mar del Plata, un grupo de productores se asoció y conformó la Cámara de Productores de Kiwi. Con el apoyo del INTA Balcarce –Buenos Aires–, el grupo busca multiplicar la superficie y determinar índices de cosecha adecuados para prolongar la conservación de la fruta. El objetivo: fruta diferenciada de alta calidad y con marca colectiva para ganar nuevos mercados.
Alejandra Yommi, especialista en poscosecha de frutas de esa unidad del INTA, destacó la importancia de lograr una fruta de calidad para ganar nuevos mercados. “Es posible triplicar la superficie de producción. De esta manera, se podría exportar la fruta a Brasil, Francia, Italia y España”.
El INTA, acompaña a la industria en este proceso de producir más y mejor mediante investigaciones para determinar índices de cosecha adecuados para el óptimo almacenamiento.
“Buscamos definir los índices más adecuados para que la fruta se coseche en su punto justo de madurez. De esta manera, tiene un buen comportamiento durante el almacenamiento en frío y una buena textura y sabor”, señaló Yommi y agregó: “Nuestro objetivo es contar en el mediano plazo con un calendario de madurez, como ocurre con las manzanas y peras en el Valle. Así, junto con Senasa, se podrá indicar el inicio de cosecha para ayudar a los productores”.
Asimismo, la especialista del INTA adelantó que están trabajando en diferentes tecnologías para prolongar la conservación de la fruta. “Un mal manejo –cosecha antes de tiempo o con poco sabor– puede determinar un retraimiento en la demanda. Por eso, trabajamos en la calidad que debe tener el kiwi cuando llega al mercado”, dijo Yommi y explicó que el consumidor asocia la calidad con una buena textura, que no esté demasiado duro ni demasiado pasado, con un buen balance entre el sabor dulce y ácido. “La fruta debe alcanzar en la planta valores óptimos de materia seca y sólidos solubles y no debería cosecharse antes de lograr los parámetros recomendables”.
De acuerdo con la especialista, la zona de Mar del Plata produce en forma tardía y es sumamente ventajoso para los productores mantener la fruta en frío y vender en el mercado interno durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. Esto también es interesante para el país, porque permite sustituir importaciones, ya que en estos meses ingresa fruta de Chile, Nueva Zelanda e Italia.
El INTA acompaña a la industria en este proceso de producir más y mejor mediante investigaciones para determinar índices de cosecha adecuados.
Trabajo en equipo
Con la inscripción de la Cámara de Productores de Kiwi de Mar del Plata, la cual tiene personalidad jurídica, los productores asociados trabajan con un protocolo para asegurar la calidad desde la cosecha en adelante.
“Los productores buscan distinguir su fruta y sacarle provecho, nosotros fuimos el nexo para que lo logren”, dijo la especialista. El mercado interno aún no alcanza a cubrirse con la producción nacional, por eso “trabajamos para que la superficie aumente y la manera de estar en la punta es produciendo fruta de buena calidad, aplicando Buenas Prácticas Agrícolas y tecnologías de conservación”, explicó Yommi.
Fuente: Agromeat
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