En el discurso inaugural de la Exposición Rural, tanto su presidente César Vargas, como la propia gobernadora Fabiana Ríos advirtieron sobre las nefastas consecuencias causadas por los perros asilvestrados que están diezmado el ganado ovino. Observaron que la solución está en la toma de conciencia por parte de la sociedad a la hora de cuidar sus mascotas.
Alrededor de las 17 se llevó a cabo la inauguración de la 34º edición de la Exposición Ganadera, Industrial, Comercial y Artesanal en la Oveja Negra, organizada por la Asociación Rural de Tierra del Fuego.
El evento fue encabezado por el titular de esta asociación, César Vargas, quien fue acompañado por la gobernadora Fabiana Ríos, el intendente de Ushuaia Federico Sciurano, el senador Osvaldo López, el secretario de Gobierno del Municipio de Río Grande, contador Paulino Rossi, quien asistió en representación del intendente Gustavo Melella, además de los secretarios de Asuntos Sociales, profesora Gabriela Castillo y de la Producción, licenciado Agustín Tita.
Asimismo participó el legislador Adrián Liendo, la diputada nacional Liliana Fadul, autoridades militares, integrantes de distintas asociaciones y un gran marco de público.
Vargas sostuvo en su discurso que “desde esta asociación, que acaba de cumplir 76 años de vida el 1 de marzo, estamos convencidos de que es muy importante recordar y mirar el pasado; lo hecho y la construcción de muchos de los pilares que hoy sostienen a nuestra provincia; pero somos conscientes, que para tener éxito es más importante mirar el futuro, lo que implica trabajar en conjunto en los desafíos que tenemos como sector productivo y también como sociedad”.
El presidente de la Asociación Rural aseguró que “nosotros siempre vamos a estar defendiendo intereses estratégicos como sector y no intereses caprichosos o mezquinos” y en este sentido comprometió que “nos vamos a esforzar para ser protagonistas hoy de lo que puede llegar a acontecer en los próximos 25 años”.
En otro párrafo más adelante ahondó en estos mismos conceptos y abogó que el sector rural pueda generar más empleo y más y mejores inversiones.
César Vargas observó que las nuevas tecnologías están impactando en los modos y capacidades productivas del sector rural y marcó la necesidad de adecuarse a esta nueva realidad. “Debemos adaptarnos a estos tiempos para seguir siendo competitivos, para seguir demostrando la nobleza de nuestra tierra de nuestra provincia y de nuestra gente en particular. No debemos quedar encerrados en cuatro paredes sacando nosotros nuestras propias conclusiones, sino abrir las puertas para entender mejor la realidad de lo que pasa en nuestra provincia y también mejorar en nuestra comunicación”.
Anunció que para la próxima década el sector rural deberá consolidar un nuevo paradigma industrialista, con capacidad de procesar los productos del campo “con un espíritu productivista” y basado en la ley de promoción industrial 19.640. Llamó a “militar por un sector rural grande” y que el futuro depara la posibilidad “de crecer, competir y mejorar la calidad de vida de todos los hombres y mujeres que se adapten de este concepto”.
Aseguró que el campo tiene los recursos naturales, tecnológicos y humanos para este cometido industrialista y productivista.
Vargas elogió la política de prevención y lucha contra incendios forestales del Gobierno provincial y aseguró que estos siniestros han disminuido sensiblemente por la acción en tiempo y forma para actuar en estos casos. “La prevención y difusión más acción, han traído como consecuencia que los problemas en este sentido sean cada vez menos. Este es talvez el principio de un camino a recorrer juntos y sirve como ejemplo de cara al futuro”.
Un problema creciente y sin visos de solución
El problema de los perros cimarrones fue el tema en que más enfatizó el flamante presidente de los ruralistas. Observó que “el perro suelto es hoy la principal limitante para el desarrollo de una de nuestras actividades: esto ha logrado disminuir la aptitud del uso de la tierra al punto de imposibilitar la cría de ovinos en alrededor de un tercio del área ganadera”, remarcó.
Observó que los perros sueltos antes de generar grandes problemas en el campo, “producen graves problemas en la ciudad, en nuestros hijos. Es acá (en la ciudad) donde debemos centrar el foco de atención primero, y después en el campo y a esto no debemos aplicarle innovaciones tecnológicas, sino cumplir con las normas y que la sociedad tome conciencia de esto”.
En este punto, se proyectó un video institucional que describió con crudeza esta problemática canina y sus implicancias sociales y económicas.
Vargas reveló algunos datos, por ejemplo, las mordidas de perros desde el 2009 hasta el 2012. “Hubo 2.459 casos registrados; es decir, 614 al año, de los cuales, casi un 40 % de ellos, son víctimas niños menores de 14 años”.
Recordó que en 1986 había en Tierra del Fuego “teníamos ‘alrededor’ de 678.901 cabezas de ganado ovino. Este número, al año 2012, fue de 350.000 cabezas. Tenemos aproximadamente 10.000 ovinos menos por año, la mayor merma del stock ovino en la historia se ha registrado en los últimos diez años”.
Vargas advirtió que “desde el punto de vista técnico, sino hacemos nada en la próxima década, la oveja, como se la conoce, corre un alto riesgo de desaparecer. A raíz de este flagelo, el cordero patagónico, como símbolo y orgullo de los productores, sufre hoy en Tierra del Fuego, uno de sus peores momentos, sino el peor, en sus cien años de isla. Perderlo, desde lo productivo sería crítico, pero desde lo simbólico, podríamos decirlo, irreparable y muy irresponsable de nuestra parte”.
Fuente: actualidadtdf.com.ar
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