Dow Agrosciences invertirá cinco millones de dólares para construir un centro de investigación de biotecnología en Tucumán y está analizando la posibilidad de construir una planta productora de semillas de maíz, que podría radicarse en Córdoba, tal como recientemente lo han anunciado otras firmas multinacionales, como Monsanto y Syngenta.
Según informó Rolando Meninato, líder global de semillas y biotecnología de Dow Agrosciences, la estación de investigación será similar a la que la compañía tiene en su sede de Indianápolis y estará destinada al estudio de maíces subtropicales y tropicales, adaptables para el norte del país, Paraguay y Brasil, entre otros lugares.
La firma está por cerrar la compra de un campo de 50 hectáreas, que todavía está demorada porque debe cumplir con las exigencias que impone la ley que limita la venta de tierras a extranjeros.
Respecto de la planta de semillas, el directivo informó que se están analizando varias alternativas, pero que el objetivo es abarcar la producción de Santiago del Estero, el sur de Tucumán y Salta.
En los últimos cinco años, la empresa duplicó la capacidad de producción de semillas de maíz en Venado Tuerto (posee otra planta en Colón) con una inversión de US$ 40 millones en dos tandas.
También invirtió en su planta de agroquímicos en San Lorenzo. "Estamos invirtiendo en varios países del mundo y en la Argentina vamos a seguir haciéndolo porque nuestro negocio es el agrícola", explicó Meninato. "A esto le tenemos que sumar la inversión en investigación y desarrollo", añadió.
Estas inversiones que impulsan las compañías internacionales de semillas y agroquímicos se basan en que la Argentina, segundo exportador mundial de maíz, es uno de los países que potencialmente está en condiciones de disputarle el reinado que tiene la soja.
Por la intervención del Gobierno se preveía en esta campaña una reducción del área sembrada con maíz de un 30 por ciento. Finalmente, la suba de los precios internacionales del cereal por la sequía en los Estados Unidos, el principal productor mundial, impulsó a muchos agricultores a apostar por el maíz y la caída del área sembrada respecto de la campaña pasada sería del 10 por ciento.
Como otro gesto para impulsar el desarrollo de este cultivo, el Ministerio de Agricultura aprobó recientemente un nuevo maíz transgénico de Dow, con la colaboración de Monsanto, que tiene cinco genes apilados, tres resistentes a insectos y dos a herbicidas.
Para el futuro
Dow Agrosciences tiene el foco puesto en la soja, el maíz, el girasol y la canola, como principales cultivos.
Pero no sólo en la investigación de semillas, sino también en nuevas formulaciones de productos químicos para responder a los nuevos problemas de la agricultura. Uno de ellos es el crecimiento de las malezas resistentes al principal herbicida utilizado en la agricultura: el glifosato.
Para 2015/2016, la compañía tiene previsto lanzar en Brasil y en la Argentina un producto tolerante a otros herbicidas, como el 2-4-D, que ya fue anunciado en Estados Unidos. Este nuevo producto, cuestionado por los ambientalistas, tendrá menos volatilidad en el aire que el tradicional, según los especialistas de Dow.
Fuente: contexto.com.ar
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