AGRO 2.0 ARGENTINA Avance tecnológico en maquinarias del sector agropecuario

El siguiente es un tema de una significación científico-tecnológica y económica, en el largo plazo, que en mi opinión es limitado en su tratamiento y desarrollo. Priorizamos absolutamente las problemáticas de la materia agropecuaria, rutinarias o coyunturales, las del corto plazo, a las que dedicamos mucho de nuestro tiempo para la discusión y no siempre hacemos aportes o acciones para su solución final.

Las ventas de maquinarias agrícolas durante el periodo 2002 a setiembre 2012 registra un total de 225.124 UNIDADES VENDIDAS. De ese total 137.290 UNIDADES, fueron fabricadas en el país, el resto de 87.834 UNIDADES fueron importadas.

Como dato ilustrativo, siempre de las ventas, el total de MAQUINAS DE FABRICACION NACIONAL en el año 2002 fue de 9.429 UNIDADES y 1622 UNIDADES fue el total de MAQUINAS IMPORTADAS. En el año 2012 (maquinaria agrícola vendida hasta de 30 setiembre) el total de MAQUINAS DE FABRICACION NACIONAL fueron 11.487 UNIDADES y el total de MAQUINAS IMPORTADAS 3.474 UNIDADES. (Fuente INDEC )

El valor promedio de las maquinarias agrícolas vendidas en el año 2002 fue de $ 65.050.-cada unidad, en el año 2011 ese promedio ascendió a $ 238.320 cada unidad. Ese incremento de valores se explica rigurosamente por el desarrollo tecnológico logrado en últimos años en las actuales maquinas inteligentes para la agricultura de alta precisión.

La Argentina es actualmente líder en Latinoamérica en el manejo de los cultivos e insumos por ambiente, con la fabricación y adopción de máquinas inteligentes para la Agricultura de Precisión. Nuestras exportaciones en maquinarias para el sector agropecuario, en agro-partes y en repuestos, ya superan los 300 millones de dólares anuales, y en aumento.

El ingeniero agrónomo Mario Bragachini, profesional del INTA en la localidad de Manfredi (Pcia. de Córdoba) es el coordinador del Proyecto Agricultura de Precisión y Máquinas Precisas (PRECOP) del INTA, afirma que adquirir una máquina argentina significa “incorporar el valor agregado del conocimiento, de cómo lograr alta eficiencia productiva de cultivos y pasturas, que en definitiva es donde se expresa y se mide el trabajo de la herramienta adquirida”, explica el ingeniero Bragachini. La tecnología argentina va acompañada del valor agregado del know how: un paquete tecnológico adaptado a las diversidades de clima y terreno de cada país de destino. De esta manera se optimizan la productividad y sustentabilidad de los sistemas agrícolas y ganaderos, amigables con el suelo y el ambiente productivo.

“En 2010-11 nuestro país exportó entre materia prima de origen agropecuario, manufacturas, commodities, granos y biocombustibles 39 mil millones de dólares. Pero con un aumento de producción con agregado de valor en origen, de estas toneladas primarias, se podrá llegar al 2020 con ventas al exterior por 100 mil millones de dólares como lo dice el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA)”, afirmó Mario Bragachini.

El hecho de que La venta de maquinaria agrícola bajó 17 por ciento en el tercer trimestre del año y alcanzó a 4.387 unidades, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y que la mayor caída se observó en la comercialización de sembradoras que se redujo 41 por ciento a 789 unidades, no altera la estructura industrial y su tendencia de largo plazo.

Para el Coordinador del PRECOP: “La producción agropecuaria en la Argentina en los últimos 20 años creció en tecnología para la maquinaria agrícola en algunos casos hasta 3 o 4 veces”. También precisó Mario Bragachini que todo el paquete de biotecnología, la siembra directa, la fertilización balanceada, la tecnología de proceso, la eficiencia de cosecha y pos cosecha y la agricultura de precisión que adoptó el productor agropecuario hizo que se pueda pasar de 12 horas hombre por hectárea, como promedio hace dos décadas, para producir granos, hasta 1,6 horas hectárea año en la actualidad”.

Nuestra opinión sobre el tema de los niveles de empleo y de capacitación del personal, en el sector agropecuario, también merece atención de largo plazo, no omitiendo de considerar los problemas de reubicación laboral y de radicación urbana de ese personal.

Fuente: parlamentario.com