AGRO 2.0 ARGENTINA: Argentina analizan cómo obtener ajos de alta gama

La aparición reciente en el mercado de nuevas variedades de ajo, obliga no sólo a estudiar su comportamiento agronómico en las áreas productoras, sino también a evaluar su comportamiento comercial.

Un informe publicado en la última edición de Inforajo (boletín digital de difusión del Proyecto Ajo/INTA, editado en la Estación Experimental Agropecuaria La Consulta del organismo nacional) señala que el comportamiento comercial “tiene que ver con la aptitud propia de las variedades para conservarse en el tiempo, manteniendo su vida útil en estantería (estudiadas a través de la resistencia a la presión, el estado de dormición o los índices de aceptación del consumidor), pero también tiene que ver con una serie de factores que afectan el patrón de calidad premium, particularmente durante el período de cultivo”.

Bulbos alterados

El trabajo, que aborda puntualmente el tema de la aptitud de las variedades argentinas de ajo blanco tardío para la producción de calidad premium en la campaña 2011/2012, explica que “las condiciones térmicas del invierno y de la primavera tardía son capaces de generar alteraciones de las formas de los bulbos (como los “ajos martillos”), y estos defectos, si bien se los considera leves, son descartados en la producción de alta gama”.

Añade que estas mismas condiciones suelen alterar el número de plantas a cosecha, ya sea por la aparición de “bulbos cebollones”, muerte por “tristeza” u otros patógenos generalizados en los cultivos comerciales, etc., variando de año en año. Las condiciones de cosecha y pos cosecha también pueden alterar la proporción de bulbos normales, tal es el caso de la “parálisis cerosa”.

Calidad premium

Cada variedad muestra su capacidad potencial de rendimiento total, sin embargo no todo es posible de ser comercializado como ajo Premium, exigido por muchos mercados internacionales, especialmente del Hemisferio Norte; por lo que resulta de interés comercial detectar la calidad del ajo de exportación en cada campaña.

El objetivo de este trabajo, elaborado por los ingenieros agrónomos José Luis Burba, Silvina Lanzavechia y Ramón Ocañas, fue establecer la aptitud de las variedades de ajo blanco para la producción de calidad premium.

El ensayo se llevó a cabo en San Carlos (Mendoza, Argentina), con seis cultivares inscriptos en el INASE de ajo Blanco (Norteño INTA, Unión, Nieve INTA, Perla INTA, Plata INTA y Cr istal INTA), y una variedad testigo (Blanco A).

Los investigadores utilizaron como variables de respuesta el número de bulbos a cosecha (sobrevivencia), diámetro y peso medio de los mismos (secos y limpios), y presencia de bulbos defectuosos (“martillos”, “fofos”, “múltiples”), a los 60 días de cosechados, con los que se calcula el PER (Peso Específico Relativo), el RRPT (Rendimiento Relativo Potencial Total), y el RRPP (Rendimiento Relativo de Producción Premium).

El cociente entre el rendimiento de los bulbos premium y el rendimiento total mide la aptitud de las cultivares para producción de alta gama.

Aptitudes diferentes

Cada cultivar tiene una aptitud diferente para producir “bulbos perfectos” y el rendimiento total no siempre es el mejor parámetro para medir el éxito de un negocio.

Así, para la campaña 2011 -2012, Norteño INTA, que tiene muy buen rendimiento potencial total (próximo a 24.000 kg/ha o 2.400 cajas x 10 kg/ha), solo logró el 25 % de rendimiento comerciable con apenas 6.000 kg/ha o 600 cajas x 10 kg/ha). Norteño INTA, generalmente de buen comportamiento fue castigado en el RRPP debido a la presencia de Parálisis Cerosa.

Por otra parte Cristal INTA, con excelente rendimiento potencial total (próximo a 27.600 kg/ha o 2.760 cajas x 10 kg/ha), logró cerca del 80 % de rendimiento comerciable con 21.400 kg/ha o 2.140 cajas x 10 kg/ha).

Fuente: Losandes