Especialistas consultados por LPO consideran que están dadas las condiciones para una baja aún más pronunciada en el precio de la oleaginosa (que ya perdió casi u$s 100 en pocas semanas). Las expectativas del mercado están puestas en la evolución del clima en EE.UU., en la cosecha sudamericana y en una eventual apreciación del dólar. El fin de la era de los commodities y los riesgos de no haber desarrollado un plan B.
La espectacular caída que viene registrando el precio internacional de la soja durante las últimas semanas encendió una luz de alerta, no sólo en los operadores del mercado agropecuario, sino también entre los funcionarios del Gobierno nacional.
La Política Online planteó a principios de abril el fin de la era de los commodities agrícolas y los riesgos que representa para el país el hecho de no haber desarrollado un plan B en estos diez años casi ininterrumpidos de bonanza económica.
Así, el mercado se presenta extremadamente volátil: hace un par de semanas la soja rozaba el precio más alto de los últimos años ubicándose cerca de los u$s 600, al tiempo que la semana pasada se cotizó por debajo de los u$s 500 (este lunes cerró en u$s 502).
Los operadores en el Mercado de Chicago están expectantes a la evolución climática estadounidense (que comenzó a jugar en contra del precio de la soja), y también a la oferta sudamericana que se cosechará en el primer semestre de 2014.
“Hay que tener mucho cuidado porque durante una década nos beneficiamos de vientos a favor que a futuro difícilmente sigan jugando para nuestro lado”, señaló a LPO Aldo Abram, economista y director de la fundación Libertad y Progreso.
“En el mediano plazo veo una soja más cerca de los 400 que de los 500 dólares”, advirtió Abram, para luego agregar que “el problema es que el Gobierno se hizo soja-dependiente y hoy necesita exprimir al agro para poder financiar el gasto público”.
El hecho de que el precio de la soja baje a los niveles que menciona el economista no es un dato menor teniendo en cuenta el actual momento económico que atraviesa la Argentina (se trata del principal producto generador de divisas del país).
Los que entienden del tema remarcan que en la campaña 2012/13 el precio de la soja se mantuvo alto por la sequía que afectó a las principales regiones productivas de EE.UU. Pero éste año ese factor no existe y el valor de la oleaginosa corre grandes riesgos.
En otras palabras: la competitividad y buena parte del sustento económico argentino está atado a la expectativa de que llueva acá para tener una buena cosecha, pero que no llueva en algún otro país productor para que los precios internacionales suban.
En este sentido, según un informe elaborado por economistas del Banco Ciudad, “con el ingreso de la cosecha estadounidense, se prevé que los precios de la soja caigan aún más manteniendo bajo presión la balanza comercial y las reservas internacionales en 2014”.
En diálogo con este medio, el titular de la corredora Kimei Cereales, Javier Buján, afirmó que “hay que olvidarse de una soja cerca de los u$s 600; eso fue solamente una situación puntual que sirvió para sacarle una foto y nada más”.
“Es probable que en las próximas semanas haya más bajas si es que no hay problemas climáticos en EE.UU.; para noviembre, de no ocurrir ningún imprevisto, veo una soja unos u$s 30 más abajo tranquilamente”, añadió Buján.
Por su lado, Ernesto Ambrosetti, economista de la Sociedad Rural (SRA), manifestó que “por ahora todos nuestros competidores están teniendo buenas condiciones climáticas, por lo que se espera una cosecha mayor a la prevista en un inicio”.
Para el especialista, un factor clave en la formación del precio de la soja sería una eventual apreciación del dólar estadounidense de la mano de la Reserva Federal (FED). “Cualquier revaluación del dólar juega en contra de la cotización de la soja”, aseguró.
Ambrosetti menciona este aspecto (de índole político/económico) dado que durante los últimos años el precio de la soja estuvo dado por el impulso especulativo promovido por la depreciación del dólar estadounidense.
Así las cosas, la semana pasada las empresas agroexportadoras liquidaron divisas por un total de u$s 481.227 millones, mientras que en lo que va del año el monto liquidado supera los u$s 14.853 millones (unos u$s 500 millones más que en 2012).
Por último, en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las fábricas de la zona de influencia ofertaron este lunes unos $ 1620 con descarga inmediata (un valor muy poco atractivo para la mayor parte de los productores).
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