Con el objetivo de evaluar el comportamiento bajo riego de materiales genéticos y prácticas de manejo (fechas de siembra y fertilización), el Inta Manfredi tiene instalado desde 1996 un módulo de riego complementario. Un pivote central, con cinco tramos, describe un círculo con una superficie de 30 hectáreas.
El manejo agrícola incluye dos secuencias de cultivos: trigo/soja de segunda y maíz de primera; trigo/maíz de segunda y soja de primera. Las evaluaciones incluyen además la comparación con cultivos en secano, que operan como testigos.
Al cabo de 15 años de resultados agronómicos, el módulo exhibe al trigo con el antecesor soja como el cultivo que mejor responde al aporte del agua complementaria. De acuerdo con los datos suministrados durante la Tercera Reunión Internacional de Riego, realizada esta semana en la experimental, el incremento promedio del trigo luego de la oleaginosa es 127 por ciento, en comparación con el testigo en secano.
Según el informe elaborado por los técnicos Aquiles Salinas, Eduardo Martellotto, Juan Giubergia, Carolina Álvarez, Matías Bocardo, Ignacio Severina y Ana Arce, del área de riego de la estación, el trigo con el antecesor soja rindió un promedio de 4.758 kilos, contra 2.096 kilos en secano. La diferencia: 2.662 kilos.
Sin embargo, el trigo sobre el rastrojo de maíz es el que mejor promedio aportó en el período de evaluación: 5.248 kilos, 111 por ciento más que su pariente en secano, que aportó 2.486 kilos, con una diferencia de 2.762 kilos por hectárea.
Los gruesos. El resto de los datos del módulo muestra que el maíz de primera reunió un promedio de 12.176 kilos por hectárea, 52 por ciento más que en secano, que aportó 8.012 kilos. La soja de primera, por su parte rindió un promedio de 3.980 kilos, 30 por ciento más que en secano.
Según publicó la Voz del Interior, entre los cultivos de segunda, el maíz obtuvo un promedio de 9.004 kilos, 46 por ciento más que en secano. Por su parte, la soja de segunda implantación rindió 2.872 kilos de promedio, 23 por ciento más que sin el aporte de agua complementaria.
Al momento de evaluar las secuencias de cultivos, la que integran el trigo/soja de segunda y maíz de primera fue la más productiva, con 19.806 kilos por hectárea, por encima de los 18.232 kilos de la secuencia trigo/maíz de segunda y soja de primera. En todos los casos, la estrategia de riego (los momentos en que se acciona el equipo y las láminas de agua para cada cultivo) se deciden en función del balance hídrico.
Fuente: infocampo.com.ar
© 2024 Creado por AGRO 2.0. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0