Las preocupantes cifras que avanzan los agricultores de secano han de invitar a una urgente reflexión por parte de productores y administraciones públicas. La peor campaña que se recuerda desde 1995 y las cifras ruinosas a causa de la sequía y la merma del producto (alcanzando picos del 95%) necesitan una solución a corto plazo. La falta de agua es un problema endémico del territorio bajoragonés, agravada sobremanera este año.
La sequía no puede arruinar el campo de nuestros pueblos, motor económico durante décadas y que, con una inversión responsable, podría lograr enormes potencialidades. Se deben potenciar los regadíos sociales, tal y como ya se ha hecho en algunas zonas como por ejemplo la del canal Calanda-Alcañiz. Ahora, la DGA invertirá una considerable cuantía en el regadío de Mas de las Matas este 2013, una de las principales partidas presupuestarias para el Bajo Aragón Histórico. Pero se necesitan más esfuerzos por parte del Gobierno Central y Europa, así como de los propios agricultores, que deberían construir un único proyecto empresarial cooperativo sólido y con una única marca, aceite del Bajo Aragón. Pese a las inclemencias del tiempo, la Denominación del Aceite venderá un producto de alta calidad y al mejor precio de los últimos años. Todos los esfuerzos serán pocos para lograr consolidar la marca como lograron en otras regiones como Andalucía, donde el aceite bajoragonés ya suena y está empezando a competir en las catas como alto rival a nivel internacional gracias a su sabor suave y agradable al paladar. Sepámoslo rentabilizar.
Fuente: lacomarca.net
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