AGRO 2.0

AGRO 2.0 Aplicación de gvSIG en un estudio de evaluación de impacto ambiental del transporte de residuos

Castellón tiene una serie de problemas en su gestión de residuos por la escasez de instalaciones de tratamiento y la inapropiada distribución geográfica de las existentes.

La provincia de Castellón ha sufrido durante los últimos años una serie de problemas en su gestión de residuos debido a la escasez de instalaciones de tratamiento y a la inapropiada distribución geográfica de las instalaciones existentes. El ejemplo más claro son las instalaciones de tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). La mayoría de ellas se colmaron en los últimos años, mientras que la implantación de nuevas infraestructuras se ha demorado. Como consecuencia, muchos RSU generados en la provincia de Castellón han tenido que transportarse hasta la provincia de Alicante.

En el estudio realizado por el Grupo de Ingeniería del Diseño de la Universitat Jaume I de Castellón, en colaboración con investigadores del Departamento de Energía del CIEMAT, se usó un Sistema de Información Geográfica (GIS) al que se incorporaron los indicadores de huella de carbono y huella ecológica para evaluar el impacto ambiental del transporte de RSU en la provincia de Castellón. De este modo, se evaluó la huella del transporte de RSU en el escenario correspondiente al año 2011 y en el escenario futuro –una vez empezaran a operar las instalaciones de tratamiento previstas– y se compararon los resultados para determinar el impacto ambiental ocasionado por la demora en la implantación de nuevas instalaciones.

En 2011 sólo operaba un centro autorizado de tratamiento de RSU en la provincia de Castellón: la planta de compostaje de Onda y su vertedero anexo, que prestaban servicio a 45 municipios de las comarcas centrales. El cierre del vertedero de Villafranca del Cid supuso que 27 municipios del norte de la provincia se vieran obligados a transportar sus basuras hasta Jijona (Alicante), que se halla a casi 300 kilómetros. Sin embargo, esa situación no era novedosa: los cierres de los vertederos de Cortes de Arenoso en 2007 y Tales en 2008 ya causaron que 41 municipios del sur de la provincia trasladaran sus residuos hasta Villena (Alicante). Además, había una serie de municipios en el norte que no disponían de instalaciones autorizadas próximas y destinaban sus residuos a vertederos “alegales”.

Este problema tuvo su origen en la negligencia de la Generalitat Valenciana a la hora de ejecutar los Planes Zonales de Residuos de la Comunidad Valenciana (PZRCV). Los PZRCV dividen la provincia en cinco zonas, para las que se establecen las infraestructuras necesarias para garantizar la correcta gestión de los RSU (Figura 1).

Figura 1. Zonas PIR e instalaciones de tratamiento de RSU

El retraso en la construcción de las instalaciones ha tenido repercusiones muy negativas: el vertido de forma incontrolada y sin recibir tratamiento previo de 70.000 toneladas anuales de RSU (en torno al 25% de los RSU de la provincia), y el traslado hasta la provincia de Alicante de más de 50.000 toneladas anuales de RSU (en torno al 18% de los RSU de la provincia) con los consiguientes costes económicos e impactos del transporte.

El estudio

Por cada año de demora en la implantación de las instalaciones previstas se producirá una emisión adicional de 912 toneladas de CO2.

A partir de los datos de generación de RSU en los municipios de la provincia (Figura 2), y teniendo en cuenta las instalaciones de tratamiento existentes en Castellón y las previstas para el futuro, se calcularon las distancias recorridas por los distintos vehículos de recogida y transporte de residuos. Haciendo uso de un GIS, concretamente el software gvSIG y su extensión Redes, se realizó el cálculo de las rutas óptimas para transportar los residuos desde su origen hasta su destino (y regresar) en el menor tiempo posible.

En el estudio se modelaron dos escenarios: el actual (2011), con escasez de instalaciones y transportando residuos hasta Alicante; y el futuro, con las instalaciones previstas ya construidas. El objetivo era comparar la huella de carbono y la huella ecológica de ambos escenarios y así determinar el impacto ambiental ocasionado por la demora en la implantación de las nuevas infraestructuras que debían sustituir a las instalaciones cerradas durante los últimos años en la provincia.

Figura 2. Generación anual de RSU en la provincia de Castellón

Escenario actual (2011)

En el escenario actual hay ciertos municipios de la zona PIR I que destinan sus RSU a vertederos no autorizados (Figura 3). El impacto ambiental del transporte no es relevante en estos casos, ya que el vertido incontrolado tiene lugar en vertederos alegales cercanos. No obstante, los riesgos ambientales del vertido incontrolado son numerosos: contaminación del suelo, agua y atmósfera; impacto sobre la biodiversidad y los ecosistemas; agotamiento de los recursos naturales; impacto paisajístico; etc. Estos municipios no se han incluido en la huella del transporte porque no se conoce con exactitud el destino actual de sus residuos.

Figura 3. Escenario actual de transporte de RSU

El transporte de RSU es especialmente crítico para los municipios de las Zonas PIR I y III, que son los que transportan residuos hasta la provincia de Alicante (Figura 3). Los transportes interprovinciales de RSU, junto con el vertido incontrolado, son los aspectos más problemáticos de la gestión actual de RSU en la provincia de Castellón.

El análisis de la huella de carbono en el escenario actual (Figura 4) muestra que los municipios con mayor generación de RSU son los que producen mayor impacto ambiental como resultado del transporte. Sin embargo, si se evalúan las emisiones de CO2 en términos relativos, los municipios con mayor impacto ambiental por tonelada de RSU transportada pertenecen a la Zona PIR I, seguidos de los municipios de la Zona PIR III. Como era de esperar, los municipios que realizan transportes interprovinciales de residuos causan mayor impacto ambiental relativo.

Figura 4. Huella de carbono absoluta (tCO2/año) y relativa (kgCO2/tRSU) en el escenario actual

Las emisiones del transporte de RSU en toda la provincia de Castellón en el escenario actual ascienden a 2.111 toneladas anuales de CO2, lo que equivale a 570,6 hectáreas de bosque mediterráneo para absorber tales emisiones.

Escenario futuro

La generación de RSU en el escenario futuro se considera igual a la del escenario actual (Figura 2), pero el destino de los residuos es bien distinto. Según la planificación prevista en el Plan Integral de Residuos 2010 (PIR10), los RSU de la provincia de Castellón tendrán los siguientes destinos (Figura 5):

  • Los municipios de la Zona PIR I destinarán sus RSU a la planta de valorización prevista en Cervera del Maestre, que dispondrá de un vertedero autorizado anexo para acoger los rechazos. El PIR10 no contempla la utilización de ninguna estación de transferencia.
  • Los municipios de la Zonas PIR II, IV y V destinarán sus RSU a la planta de valorización de Onda, tal y como hacen en la actualidad.
  • Los municipios de la Zona PIR III destinarán sus RSU a la planta de valorización prevista en la Vall d’Uixó, que dispondrá de un vertedero autorizado anexo para los rechazos. El PIR10 no contempla la utilización de ninguna estación de transferencia en esta zona, de modo que la estación de trasferencia de Segorbe cesará su actividad.

La implantación de las instalaciones de tratamiento previstas evitará que se sigan realizando transportes interprovinciales de RSU. Además, los municipios que vienen eliminando sus RSU de forma incontrolada, dispondrán de una instalación de tratamiento autorizada cercana. Por lo tanto, el escenario futuro de instalaciones de tratamiento también es favorable para reducir el vertido incontrolado.

Figura 5. Escenario futuro de transporte de RSU

El análisis de la huella de carbono en el escenario futuro (Figura 6) muestra que los municipios con mayor generación de RSU seguirán siendo los que produzcan mayor impacto ambiental en términos absolutos como resultado del transporte de RSU. Sin embargo, las Zonas PIR I y III experimentarán una gran reducción de su huella de carbono respecto al escenario actual, tanto en términos absolutos como relativos.

Figura 6. Huella de carbono absoluta (tCO2/año) y relativa (kgCO2/tRSU) en el escenario futuro

Las emisiones del transporte de RSU en toda la provincia de Castellón según el escenario futuro se estiman en 1.199 toneladas anuales de CO2, lo que equivale a 324,0 hectáreas de bosque mediterráneo para absorberlas.

Conclusiones

Comparando los resultados de ambos escenarios, se deduce que por cada año de demora en la implantación de las instalaciones previstas se produce una emisión adicional de 912 toneladas de CO2. Por lo tanto, se concluye la necesidad de implantar estas instalaciones cuanto antes, con vistas a reducir el impacto ambiental del transporte de RSU. Además, las instalaciones de tratamiento previstas evitarán el vertido incontrolado en la provincia. Los municipios que a día de hoy eliminan sus RSU en vertederos alegales dispondrán en el futuro de una instalación de tratamiento autorizada cercana. Una vez entren en funcionamiento las instalaciones de tratamiento previstas, sólo los municipios del interior de la provincia podrían seguir encontrando ciertas dificultades para transportar sus residuos hasta las plantas de tratamiento, que estarán ubicadas sobre la franja litoral. Aunque la generación de RSU en los municipios del interior es reducida, debería estudiarse la implantación de estaciones de transferencia en estas zonas para reducir el impacto ambiental y los costes del transporte de residuos.

Fuente: ecotimes

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