El nuevo caso de encefalopatía espongiforme bovina o enfermedad de la “vaca loca” que sacude Alemania, podría generar una retracción de la demanda, afectando también a la carne bovina uruguaya
Alemania es el principal portal de ingreso de la carne bovina uruguaya al mercado de la Unión Europea. Incluso, el año pasado, el Instituto Nacional de Carnes (INAC) lanzó una serie de acciones de promoción del producto en ese mercado, incluyendo degustaciones con cortes de alto valor (van hacia allí los cortes más caros de la res).
El nuevo caso de “vaca loca” alemán es el primero que se descubre desde 2009 y surgió en una vaca carnicera a través de un test de rutina para detectar portadores asintomáticos. Alemania realiza análisis permanentes para detectar esta enfermedad en los animales con más de 8 años que son enviados a faena y cuyos cortes se volcarán al consumo. Los servicios sanitarios de este país, notificaron que se trata de un caso “atípico” que raramente se desarrolla en animales más viejos.
El problema fue detectado a tiempo y la carne del animal no entró en la cadena de abastecimiento. A partir de este caso, se intensificaron los análisis de rutina sobre animales más jóvenes y principalmente sobre otros bovinos que estaban en el mismo establecimiento del vacuno afectado y abatido.
Alemania detectó 312 vacunos afectados por la “vaca loca” desde que notificó el primer caso en 2009, mientras el Reino Unido -país donde se originó la enfermedad en la década del 80- reportó 183.000 casos.
Fuentes de la industria frigorífica uruguaya indicaron a El País que según la experiencia, siempre que se registra un nuevo caso de “vaca loca” en un destino afecta a la totalidad de la carne, pues los consumidores pierden confianza en el producto, pero siempre afecta en el corto plazo.
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