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Hay ocasiones en las que merece la pena dar a conocer determinados proyectos empresariales, ya sea por su interés medioambiental o por la envergadura que pueden llegar a tener.

El caso de ACCIONA reúne estos dos factores. Como medida de fomento de la concienciación medioambiental de sus empleados, la compañía puso en marcha una calculadora de emisiones de CO2 para todo el que quisiera hacer uso de ella, con el fin de que sirviera como encuesta de las prácticas de transporte más habituales en la empresa.
Fue en junio de 2012 cuando los responsables del Plan de Movilidad Sostenible de Acciona lanzaron la “calculadora de emisiones producidas por el desplazamiento al lugar de trabajo”, disponible para la totalidad del personal. Además del cuestionario sobre los hábitos de desplazamiento, esta herramienta incluía también una parte de sensibilización sobre medios de transporte sostenible, y, lo más importante, el firme compromiso de plantar un árbol por cada participación individual en la encuesta. Con esta última propuesta, Acciona pretendía motivar la cooperación en el proyecto.
El éxito fue rotundo: 3.000 personas utilizaron la calculadora y conocieron nuevos modos ecológicos de desplazarse, además de contribuir al siguiente paso: plantar los árboles prometidos.
El emplazamiento

Como medida de fomento de la concienciación medioambiental de sus empleados, Acciona puso en marcha una calculadora de emisiones de CO2.
Antes de comenzar la plantación, había que encontrar el mejor lugar para llevarla a cabo. La idea era que la acción no se limitara a compensar las emisiones, sino que además implicara por sí misma una contribución tangible y real a la mejora del medio natural. Por eso se estudió, en colaboración con la Fundación Oso Pardo, el área limítrofe entre Cantabria y Palencia, que ofrecía la oportunidad de favorecer el ecosistema donde habita una especie única y emblemática en España como es el oso pardo, actualmente en peligro de extinción.
La zona alberga en la actualidad un núcleo reproductor de esta especie, con tan solo 30 ejemplares censados. Por tanto, la mejora de la biodiversidad y el aumento de alimento disponible (en forma de árboles frutales) no hacen sino sumar factores positivos para la conservación de la especie.
A ello hay que añadir su declaración como Parque Natural y espacio perteneciente a la Red Natura 2000. Y es que las características de este espacio, plagado de robledales y hayedos, hacen de la montaña palentina un lugar idóneo para la plantación de especies productoras de frutos, que son las que servirían para alimentar al oso pardo. En este caso, se escogieron para las acciones forestales cerezos, manzanos y mostajos.
La plantación

El área limítrofe entre Cantabria y Palencia ofrecía la oportunidad de favorecer el ecosistema donde habita una especie única y emblemática en España como es el oso pardo.
Con todos los elementos necesarios fijados para llevar a cabo el proyecto, Acciona se puso en marcha, finalizando la plantación de árboles frutales entre los meses de noviembre y diciembre. La ejecución física ha sido llevada a cabo a través de una cooperativa de desarrollo local de servicios forestales.
Esta iniciativa no solo se limita a la plantación. Desde su concepción, su vocación ha sido la continuidad, para lo que se realiza un monitoreo y control tanto de la plantación en sí como de su efecto en la población de oso pardo. Con ello, se espera obtener resultados cuantificables en los próximos años y comprobar la evolución de la actividad.
La calculadora de emisiones


Pero, además de la plantación ¿para qué han servido los resultados de la calculadora de emisiones? En primer lugar, este proyecto se enmarca dentro del Plan de Movilidad Sostenible de la compañía, que tiene como “reto” para 2012 medir las emisiones de CO2 generadas en los desplazamientos de los empleados entre el trabajo y su domicilio y en los viajes de negocio, además de las generadas por los proveedores de la cadena logística.
Una vez conocida la magnitud de estas emisiones, Acciona ha comenzado a poner en marcha estrategias orientadas a la reducción de las mismas en el transporte, fomentado medios sostenibles como la bicicleta.
El otro objetivo es la concienciación de los trabajadores, en el que la multinacional española incide de manera constante para sensibilizar a grupos de interés en la protección del entorno.
Esta no es la única iniciativa en la que trabaja Acciona. En 2011, se creó una Unidad de Medio Natural y Biodiversidad, pionera en el sector empresarial, que centra sus esfuerzos en el diseño de actuaciones de alto valor positivo en el medio natural. Se orientan en particular a la mejora de hábitats e incremento de las poblaciones de determinados grupos de especies amenazadas de fauna y flora, especialmente en aquellas áreas donde desarrolla su actividad. Asimismo, ha creado un Panel de Expertos con destacados miembros del mundo académico y profesional en materia de biodiversidad, para un asesoramiento permanente en esta materia.
Entres otros ejemplos similares, destaca un proyecto destinado a favorecer la nidificación de aves protegidas mediante la colocación de casetas-nido en las instalaciones de la compañía situadas en entornos estratégicos para la reproducción de estas aves o el control de especies invasivas como el mejillón cebra, la salvaguarda de la flora y fauna local (como la planta canaria Férula Latipina).

Fuente: ambientum.com

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