sa es la alerta lanzada en el informe "La economía del cambio climático en Centroamérica 2012", elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a petición de los Gobiernos centroamericanos y presentado esta semana en Costa Rica.
"Todo esto ya se está dando, no es el futuro, es el hoy acá en Centroamérica", dijo Julie Lennox, experta de Punto Focal de Cambio Climático de la Sede Subregional de la Cepal en México, quien presentó el estudio en San José.
El informe indica que de no hacer esfuerzos para reducir las emisiones de CO2 y promover una economía sostenible con el medioambiente e incluyente, para el año 2100 Centroamérica habrá experimentado un alza de la temperatura de hasta 4 grados.
Esto sería "catastrófico" para la región e iría de la mano con una fuerte disminución en las lluvias, lo que provocaría serios efectos en la agricultura, la generación de electricidad, los ecosistemas, la salud y la calidad de vida, declaró Lennox.
"En 90 años vamos a ver que una buena parte de Centroamérica va a estar en la categoría de 27 a 30 grados de temperatura promedio anual, y 13 departamentos habrán pasado a una categoría que hoy no existe, que se ubica entre 30 y 33 grados", entre ellas Valle, en el Pacífico de Honduras, dijo la experta.
Las altas temperaturas también podrían favorecer la propagación de enfermedades como el dengue y la malaria, cuyos mosquitos transmisores necesitan de ambientes cálidos para reproducirse.
En cuanto a la lluvia, el estudio aclara que aún se deben perfeccionar los pronósticos, pero que es muy probable que va a aumentar la variabilidad de las precipitaciones y disminuirán en la mayor parte de la región.
Para 2100 el promedio anual de lluvias en Centroamérica se podría reducir entre un 17,5 y un 34,9 %, según el informe.
Un ejemplo que presenta el informe es la planta hidroeléctrica de Chixoy, en Guatemala, que si se mantiene como en la actualidad su producción caerá un 50 % en 2050 y un 80 % en 2100.
La vulnerabilidad de Centroamérica al cambio climático también abarca los desastres naturales como los huracanes, que según Lennox podrían incrementar su intensidad entre un 5 % y un 10 % en las próximas décadas.
"Hay una extensa evidencia, creciente, de que Centroamérica ya tiene una alta vulnerabilidad y exposición a eventos climáticos extremos, y que estos están dándose con mayor frecuencia", afirmó.
Puso como ejemplo la costa del Pacífico de El Salvador, donde en la década de 1980 solo se registró un huracán, al igual que en la de 1990, pero después del año 2000 ya se han acumulado tres.
Para Lennox, es posible que el mundo se esté encaminando hacia una "época de cambio grande en los cimientos de la economía", y dijo que los escenarios futuros presentados en el informe deben servir para que los países centroamericanos tomen precauciones desde ahora.
"Por supuesto que hay que reducir las emisiones de carbono, pero hay que esforzarnos también en lograr un uso eficiente del agua, bajar la contaminación y dar valor a servicios ambientales", declaró la experta de la Cepal.
Lennox hizo énfasis en que la adaptación de las economías de la región al cambio climático debe ser incluyente y sostenible, atendiendo problemas sociales como la pobreza y la desnutrición, junto con la protección del medioambiente.
Afirmó que la región debe volverse más eficiente en el uso del agua, proteger sus cuencas, disminuir las prácticas contaminantes y la deforestación, así como valorar más los servicios ambientales y buscar el desarrollo de energías limpias.
"Tarde o temprano, juntos o unilateralmente, vamos a tener que medir y reducir el contenido carbónico en nuestros productos y servicios. Con economías muy abiertas, dependientes de sus exportaciones, a Centroamérica ya le urge emprender el esfuerzo de identificar, proteger y desarrollar sus potenciales ventajas comparativas", concluyó Lennox.
fuente EFEverde
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