Nicaragua será uno de cuatro países latinoamericanos que calculará por primera vez en su historia la huella de carbono en los procesos productivos de dos rubros de exportación: café y cacao.
Ese estudio, que comenzó en abril, concluirá en octubre y es impulsado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, se efectuará en 8 empresas cafetaleras y 6 cacaoteras en Nicaragua.
El programa será dirigido por el Centro de Exportaciones e Inversiones, CEI.
Rubén Gallozzi, representante del consorcio multinacional SNV-Factor CO2, que estará a cargo de la medición de la huella de carbono en las 14 empresas seleccionadas en Nicaragua, dijo que con el proyecto los productores identificarán los niveles de contaminación a través de un cálculo estandarizado de las emisiones que ocurren en los procesos productivos.
La huella de carbono es un certificado con el que se miden las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se realizan en la cadena de producción de bienes, desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de desperdicios, pasando por la manufacturación y el transporte.
Gallozi explicó que la huella de CO2 es la medida del impacto que provocan las actividades del ser humano en el medio ambiente y se determina según la cantidad de gases de efecto invernadero producidos, medidos en unidades de dióxido de carbono.
Además, indicó que para el cálculo de la huella de carbono las empresas seleccionadas deben aportar información referente a los consumos de energía en el proceso productivo, el consumo de combustibles fósiles utilizados, los tipos de transporte y distancias recorridas en la adquisición de insumos y productos intermedios.
También deben entregar información sobre los agroquímicos utilizados en las plantaciones, el uso y las características del suelo de cultivo y los empaques, hasta llegar al puerto de destino.
En Centroamérica, Nicaragua es el país que emite menos carbono: 4,5 millones de toneladas al año, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
Oportunidad
Asier Sopelana, responsable del departamento de la huella de carbono de la empresa Factor CO2, consideró que la medición de la huella de carbono ayudará a las empresas a “entrar y abrir” nuevos mercados, pero además adelantarse a lo que ya piden diferentes mercados asiáticos y europeos.
“Todas las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Reino Unido deben calcular su huella de carbono de forma obligatoria desde el 6 de abril. De manera que se están dando pasos en diferentes países de cara a que se integre el tema de las emisiones de gases de efecto invernadero”, comentó Sopelana.
El programa marcará un punto de partida para que en 2014 la Cepal realice una serie de seminarios internacionales sobre el tema, según Gallozi.
Roberto Brenes, director del CEI, indicó que la medición de la huella de carbono representa un paso importante para Nicaragua en sus ventas a los principales mercados del mundo, porque demostrarán que son amigables con el medio ambiente.
Explicó que con ese proceso los empresarios conocerán las principales fuentes de Emisión de Gases de Efecto Invernadero y de esta forma tomar las medidas correspondientes para reducirlas.
La medición de la huella de carbono también constituirá una primera experiencia que podría ser reproducida en más empresas.
Necesario
Alicia Frohmann, consultora de la división de comercio internacional de la Cepal, dijo que el cálculo de la huella de carbono no es obligatorio, pero muchas empresas están interesadas en obtener la etiqueta que certifica los valores de CO2 de sus productos, ya que así los consumidores podrán optar por alimentos más sanos y menos contaminantes.
Para la especialista, los resultados que revelará la medición de la huella de carbono en los dos sectores productivos elegidos en Nicaragua, tendrán mucho peso en relación a la eficiencia energética.
“La idea es tener una visión del sector, un rango. Más que un promedio, un rango respecto de lo que son las emisiones de gases de efectos invernaderos en estos países”, dijo Frohmann.
La semana pasada un grupo de consultores visitó la finca La Hammonia (Matagalpa), Aldea Global y Ritter Sport (Jinotega) para recopilar los primeros datos sobre la huella de carbono.
“Uno de los temores que teníamos es que no sabíamos si íbamos a encontrar esos datos o si íbamos a poder llegar a los mismos. Pero nos ha sorprendido gratamente, porque la trazabilidad es increíble, es para aplaudir y felicitar a las empresas”, destacó Asier Sopelana, responsable del departamento de huella de carbono en la empresa Factor CO2.
La medición de la huella de carbono forma parte de un proyecto piloto en la región, denominado “Cambio Climático” y es impulsado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, en coordinación con un enlace por cada país. En el caso de Nicaragua es el Centro de Exportaciones e Inversiones, CEI.
Además de Nicaragua, los otros tres países en los que se medirá la huella de carbono son Colombia, donde se hará el cálculo en la producción de stevia (planta) y uchuva (fruta); en Ecuador (camarón y aceite de palma); y en República Dominicana (banano y el cacao).
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe financió con US$600,000 el proyecto de medición de la huella de carbono en Nicaragua.
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