AGR020 ESPAÑA Vida nueva para viejos olivares

El voluntariado es una forma de hacer frente a la crisis sin dejar de lado proyectos interesantes, que por ser pequeños, no tienen una repercusión con la que conseguir los fondos necesarios a través de los cauces tradicionales. Existen muchos tipos, y dentro del ambiental, hay quienes se preocupan por devolver a los entornos naturales la dignidad de recuperar la viveza de sus días de gloria y en el caso de los olivares centenarios, la mejor forma de conseguirlo es preparándolos para que vuelvan a dar sus mejores frutos.

Diferentes asociaciones, junto con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, han puesto en marcha una iniciativa con la que se pretende justo eso, desbrozar, limpiar y podar un pequeño terreno dedicado al cultivo de la aceituna, que hoy en día ha quedado a merced del paso del tiempo.

Según detalla una de las impulsoras de la actividad, la gerente de la empresa Soleae, dedicada a la elaboración de aceite de oliva virgen extra ecológica en Salamanca, María Hernández, ésta es precisamente la labor que ellos mismos iniciaron cuando pusieron en marcha su pequeño proyecto empresarial en el año 2009 y debido a la experiencia gratificante que supone recuperar este tipo de espacios, pensaron en que sería interesante darle una mayor proyección y compartir esta experiencia con los demás.

Así nació esta iniciativa, con la que se ofrece a los voluntarios la posibilidad de conocer todos los entresijos de una almazara tradicional, empezando “por las raíces”, por el olivo del que se extrae la aceituna que convierte al aceite de oliva en uno de los productos más imprescindibles de la cocina mediterránea.

La almazara está situada en la localidad salmantina de Herguijuela de la Sierra, en el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, por lo que el entorno ya es privilegiado y dentro del municipio, se pueden observar como los años de abandono están cambiando la imagen que antes caracterizaba a estos pueblos serranos. Las huertas donde desde épocas inmemoriales se cultivaban olivos, vides o cerezos, como medio de subsistencia, hoy han caído en el olvido.

A través de este proyecto, añade Hernández, se explica a los participantes como eran los bancales y terrazas que los vecinos construían a mano hace siglos y de los que aún quedan muestras gracias a la herencia trasmitida a lo largo de generaciones.

También tendrán la oportunidad de descubrir aspectos sobre la elaboración del aceite y las variedades de aceituna de esta comarca, Manzanilla, Cacereña y Ocal, ésta última minoritaria, autóctona de la zona y que da a los aceites unas peculiaridades únicas. Sin embargo, se estaba perdiendo y ahí es donde Soleae ha decidido ponerse a trabajar, para que la variedad Ocal siga formando parte de la tradición serrana, por muchas generaciones más.

En concreto, detalla que  ofrece un “aceite ligero, de tonos dorados con poco brillo, frutado intenso en nariz con recuerdo a alcachofa, fruto de tomate y hierba muy verde; en boca es dulce, poco amargo y un poco picante con un postgusto que llena la boca de fruta de nuevo”. Es decir, una explosión de sabor, que se resisten a perder.

Trabajos sencillos

En cuanto a las labores que llevan a cabo los voluntarios, indica que se trata de tareas fáciles para que todo el mundo pueda colaborar y sentirse parte del proyecto, por lo que no se necesitan conocimientos previos. Las herramientas que utilizan son manuales, ya que las tareas que requieren una mayor experiencia, las realiza uno de los profesionales de la empresa.

Se trata por tanto de una acción muy concreta, en este caso de un terreno compuesto por seis olivos que hacía más de 15 años que no se trabajaban, pero María Hernández confiesa que le gustaría que el proyecto se extendiera, porque sería “muy positivo” para la reactivación económica de la zona.

De esta forma “original y diferente”, Soleae pretende acercar el mundo del aceite de oliva a los amantes de la naturaleza y sobre todo, de la buena mesa, porque quienes se acercan hasta allí, pueden degustar un aceite que presume de ser el único de Castilla y León que aparece en la Guía Flos Olei 2013, de referencia internacional.

fuente leonoticias