Avelino Fernández tiene 77 años, es de Brieves de toda la vida y nunca tuvo que quejarse «por el agua del río». Lo hace ahora porque el paso del río Esva crecido «nos está dejando sin nada», es decir, sin las zonas de huerta que antes hacían rico a este núcleo de Valdés cercano a Trevías y donde viven unos 200 vecinos. «Ahora no queda nada», explica Sergio Gutiérrez, presidente de la asociación «Los Arcos» de Brieves, un colectivo que lucha desde hace meses para que el Ayuntamiento de Valdés dé una solución al pueblo. «Por así decirlo, tenemos el agua siempre el cuello y no por las inundaciones de estos días; esto es ya algo crónico», se queja Gutiérrez.
El origen de estas inundaciones hay que buscarlo en el material que hay en el río, principalmente áridos, según el concejal de Obras, Balbino Suárez. El Esva abandonó su cauce natural e incluso sin riadas discurre por tierras dedicadas al cultivo, «ahora convertidas en pantanos». «Lo más grave es que el agua se acerca a una zona habitada», subraya Sergio Gutiérrez. Los vecinos claman por una solución «urgente» , por medidas que encaucen el río o al menos, eviten que sus aguas discurran sin control cerca del pueblo. «Poco falta para un desastre», explica Paz Aurora García, vocal de la asociación de vecinos.
A poco que llueva, el agua llega a los bajos y uno de los edificios peor parados es la antigua escuela, ahora convertidas en sede del colectivo vecinal y telecentro. «Debería pasar por allí», señala Avelino con su paraguas, cerca un de camino cortado por un gran charco. «Pero lo tenemos aquí a pie de vía», añade. Un gran charco ha cortado el camino que lleva a San Feliz y a algunas de las fincas que antes se dedicacan al cultivo. Sin falta de un compromiso firme para solucionar este problema, la asociación de vecinos dice tener «miedo». «Nos preguntamos si tenemos que esperar por una desgracia para que alguien haga algo», se queja Miguel García, vecino del enclave.
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) recibió varios avisos del Ayuntamiento de Valdés, según informó el concejal Balbino Suárez. El pasado otoño, este organismo dependiente del gobierno nacional limpió los tramos del río Esva a su paso por Bahínas y del río Negro a su paso por el campo de San Timoteo. Suárez explica que también se informó de la situación de Brieves, «pero parece que se olvidaron». Entre tanto, los vecinos pierden cosechas «y donde antes había maíz y fabas ahora sólo tenemos agua», critica Avelino Fernández. En juego está la prosperidad del pueblo, «ya sin tierras de provecho y ahora poco valoradas», y una posible desgracia.
fuente lne
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