El diplomático brasileño Roberto Azevêdo, será el nuevo director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a partir del próximo 1 de septiembre, confirmaron hoy fuentes diplomáticas de Brasil y México.
Al término del proceso de consultas celebradas en privado con cada uno de los 159 países miembros de la organización, la balanza se inclinó a favor del candidato de Brasil, contra quien competía el exministro mexicano de Comercio y reconocido negociador de tratados de libre comercio Herminio Blanco.
Fuentes diplomáticas brasileñas dijeron a Efe que poco después de conocerse la victoria de Azevêdo, éste recibió una llamada telefónica de Blanco, quien le felicitó por la calidad y limpieza con la que realizó su campaña, al tiempo que le confirmó que aceptaba el resultado.
Citando una declaración emitida minutos después por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil, diplomáticos brasileños en Ginebra comentaron que "a pesar de que el resultado es confidencial hasta mañana, se ha anticipado que el embajador Azevedo ha reunido el mayor consenso entre todos los (países) miembros para ser el nuevo director general".
Azevêdo, de 55 años, es un respetado diplomático que ha dedicado la mayor parte de su carrera a cuestiones económicas y comerciales, y su trabajo ha estado vinculado -en distintas etapas- directamente con la representación de su país ante la OMC en Ginebra.
Desde hace cinco años, es embajador de Brasil ante la OMC, donde su país tiene un rol preponderante entre las naciones latinoamericanas y en desarrollo.
Se reconoce su fina diplomacia y se le considera profundo conocedor de una institución que, por coincidencia, se encuentra en una situación de parálisis desde que él fue nombrado embajador.
El candidato electo ha salido victorioso de un proceso complejo y reñido que empezó con nueve aspirantes de todas las regiones del mundo y que terminó con dos finalistas latinoamericanos.
Azevêdo asumirá sus nuevas funciones el próximo 1 de septiembre, una vez que el francés Pascal Lamy haya finalizado su segundo mandato al frente de la institución, que ha dirigido los últimos ocho años.
BRASILEÑO AZEVEDO, UN CONSTRUCTOR DE CONSENSOS
El nuevo director de la OMC, Roberto Azevedo, es un experimentado diplomático brasileño que se ha impuesto como prioridad sacar del estancamiento a la Ronda de Doha y revitalizar la organización a la que ha estado vinculado la mayor parte de su carrera.
Azevedo, de 55 años, ha sido representante de Brasil ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde 2008, de la que conoce sus entresijos y donde ganó una reputación de negociador y “constructor de consensos”, señalan diplomáticos.
Uno de sus grandes retos consistirá en reactivar las negociaciones de la Ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial, abiertas en 2001 y estancadas desde hace años por profundas diferencias entre los países del Norte y los del Sur.
“Tenemos que encontrar una solución para la Ronda, es prioritario. Mientras la Ronda no encuentre su camino, todas las otras funciones están paralizadas” en la OMC, afirmó Azevedo en una entrevista a la AFP el pasado fin de semana.
“El riesgo que corre la OMC es que, si no se negocia, no actualiza las reglas, y entonces va creciendo un desfase entre las reglas y el mundo actual de los negocios. Ahí corremos el riesgo de que la organización vaya perdiendo relevancia y que las negociaciones emigren a otros foros”, explicó.
Para Azevedo, existe hoy un momento más propicio para reanudar esas negociaciones que en 2008, en plena crisis financiera, cuando se verificó el impasse de la organización. El brasileño llama a una “flexibilidad” de las partes para que las tratativas no queden nuevamente paralizadas.
“Tenemos que poner las negociaciones sobre la mesa con la cabeza abierta, con soluciones más creativas. Creo que estamos en condiciones de negociar con un poco más de flexibilidad, identificar lo que es posible”, afirma.
Azevedo, nacido el 3 de octubre de 1957 en la turística ciudad de Salvador de Bahia (noreste de Brasil), estudió ingeniería en la Universidad de Brasilia y luego cursó la carrera en la academia diplomática.
En la OMC, lideró los contenciosos históricos ganados por Brasil contra los subsidios al algodón en Estados Unidos y contra los subsidios a la exportación de azúcar de la Unión Europea.
De esa experiencia, asegura, aprendió la lección: lo importante es conseguir “un resultado satisfactorio -para las partes- cuando las diferencias son muy grandes”.
Brasil asumió bajo la presidencia de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) un papel clave en la OMC, donde se convirtió en uno de los mayores negociadores junto a la Unión Europea, Japón, China, India, Estados Unidos y Australia.
Hoy más cuestionado por algunas políticas consideradas proteccionistas, la potencia sudamericana asumió en esos momentos una firme defensa de los países en desarrollo frente a Estados Unidos y Europa y lideró con India un grupo de países en desarrollo que reclamaba equidad en la apertura de los mercados.
Pero Brasil, bajo la batuta de su entonces canciller Celso Amorim, también fue reconocido como un articulador de consensos entre el Norte y el Sur. Y Azevedo asegura que será “imparcial” en la posición de director general de la OMC.
Integrante del servicio diplomático brasileño desde 1984, casado con una diplomática y padre de dos hijas, Azevedo ayudó a crear en 2001 la división de Contenciosos del ministerio de Exteriores de Brasil, y fue su primer jefe.
También desde ese año, y con cargos diversos, ha participado en casi todas las conferencias ministeriales desde el lanzamiento de la Ronda de Doha para la apertura del comercio mundial en 2001.
“Lo que me llamó la atención de Azevedo cuando lo conocí fue su visión estratégica: dirigía el Contencioso con la perspectiva amplia y clara de que sirviese para crear jurisprudencia y una OMC más eficaz. Me impresionó también la extrema confianza que sabe establecer con el sector privado y su conciencia de la necesidad de fortalecerlo”, explicó a la AFP Henrique Rzezinski, expresidente de la gigante fabricante de aviones brasileña Embraer, y de Brittish Gas.
Rzezinski conoció a Azevedo en 2001, cuando Brasil y Canadá se enfrentaron en la OMC por subsidios a sus aeronáuticas. “El caso sirvió para que se creara un acuerdo aeronáutico en la OCDE, con Europa y Estados Unidos”, explica.
Azevedo pasó a dirigir el departamento económico del ministerio, y entre 2006 y 2008 fue el subsecretario general de Asuntos Económicos.
LA OMC, GUARDIÁN DE LAS BUENAS PRÁCTICAS DEL COMERCIO
La Organización Mundial de Comercio (OMC), que este martes eligió al brasileño Roberto Azevedo como su nuevo director, fue creada en 1995 con la misión de velar por el cumplimiento de las buenas prácticas en los intercambios de bienes y servicios a escala mundial.
Con sede en Ginebra, la OMC cuenta con 159 países miembros, de los que cerca de tres cuartos son naciones en desarrollo.
La OMC reemplazó al GATT, el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio, creado en 1948 como parte de un entramado de instituciones -junto al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial- que se proponía evitar recaídas en el proteccionismo que había agravado la crisis de 1930. En el marco del GATT se suscribieron ocho acuerdos o rondas de liberalización del comercio mundial.
La OMC surgió de la finalización de la Ronda Uruguay (1994). Los acuerdos de la OMC no solo contemplan bienes, como era el caso del GATT, sino también el comercio de servicios, de invenciones, de creación y de diseños.
En el GATT ya existía un mecanismo para dirimir litigios comerciales, pero el de la OMC es más rápido y caro, aunque algunos contenciosos pueden durar años.
Los fallos de la OMC son vinculantes. Los expertos oyen las denuncias. emiten sus sentencias y autorizan a un país a imponer sanciones a otro miembro.
Los litigios más sonados se han referido a las subvenciones a las industrias aeronáutica y naval, al comercio del banano, a los portillos fiscales para las multinacionales, a las apuestas por internet y a subsidios a los textiles, al azúcar o el acero.
Uno de los cometidos de la OMC es impedir a los países que discriminen a los socios comerciales. Una máxima en la organización es que cualquier beneficio que se otorgue a un país, como por ejemplo, la reducción de aranceles, debe concederse a todos.
Cada dos años, se celebra una reunión a nivel ministerial de los países miembro, máximo órgano de decisión de la OMC. Hasta ahora se han celebrado en Singapur (1996), Ginebra (1998), Seattle (1999), Doha (2001), Cancún (2003), Hong Kong (2005) y Ginebra en 2009 y 2011.
La próxima conferencia se realizará en Bali, del 3 al 6 de diciembre.
En noviembre de 2001, los países miembro decidieron en Catar lanzar la ronda de Doha para liberalizar el comercio en varios sectores.
Conocida como la Agenda del Desarrollo de Doha, pretende abrir mercados y eliminar barreras tales como los subsidios, las regulaciones y gravámenes excesivos para incentivar el comercio de los países más pobres.
Inicialmente, se esperaba que concluyera en 2004, pero la conferencia de Cancún fracasó y la reunión de Hong Kong registró avances muy limitados, por lo cual el objetivo se pospuso. Un acuerdo estuvo a punto de alcanzarse en Ginebra en 2008, pero desacuerdos, particularmente visibles entre Estados Unidos e India, frustraron las expectativas. Desde entonces, las negociaciones están encalladas y la crisis económica mundial agravó la preocupación por un repunte del proteccionismo.
La Ronda de Doha comprende la agricultura (incluyendo subsidios y apertura de mercados), la liberalización de los servicios (incluyendo banca, seguros y turismo) y la supresión de barreras a productos no agrícolas, que van desde los productos industriales a los pesqueros.
Las concesiones necesarias para llegar a un acuerdo han puesto de manifiesto las diferencias entre los países emergentes, que exigen un mayor acceso a sus productos agrícolas en los mercados de los países ricos, en tanto que estos reclaman un mayor acceso para sus productos industriales.
La OMC también es una "facilitadora" comercial, no sólo para los intercambios clásicos, sino también en temas de medio ambiente, de propiedad intelectual y de denominaciones de origen.
Las decisiones se adoptan por consenso entre todos los miembros, no por mayoría. Según este concepto, nada está acordado hasta que todo el paquete se acuerde.
El Consejo General de la OMC es su órgano ejecutivo, que agrupa a embajadores de todos los países miembros, y el director general, con un secretariado de 640 personas, trabaja para impulsar las negociaciones.
México aplaude decisión
Tras felicitar al embajador Roberto Azevedo por su elección, el gobierno de México se congratuló que, por primera vez, la Organización Mundial del Comercio (OMC) será dirigida por un latinoamericano.
A través de la Secretaría de Economía (SE), el gobierno mexicano destacó que "América Latina se ha posicionado como una región sólida con crecimiento sostenido y con amplias perspectivas".
En un comunicado, la SE dio a conocer que el candidato Herminio Blanco se comunicó con Azevedo, para externarle su reconocimiento y manifestarle todo el apoyo en su nuevo encargo.
"México reconoce el papel desempeñado por Herminio Blanco durante las tres fases del proceso de selección que iniciaron en enero pasado y que cumplió con éxito el cometido de difundir la necesidad por mantener la relevancia de la OMC y su capacidad para apoyar a los países con menor grado de desarrollo" expresó la dependencia.
Resaltó que el gobierno de México, convencido de que el libre comercio es un motor del crecimiento, presentó la candidatura de Blanco, por su reconocida contribución al sistema multilateral de comercio, con el objetivo de superar la parálisis actual y el estatus quo, al tiempo de fortalecer y revitalizar a la Organización.
FUENTE: Notimex
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