Leyendo diversos comentarios de expertos de E-learning en Colombia, se me ocurrió avanzar sobre el tema específico de mi interés y que se resume en dos preguntas ¿Cuál es la diferencia entre el conectivismo y el E-learning, y de que nos sirve lo uno o lo otro, específicamente en la idea de consolidar planes que permitan el desarrollo de una organización de cadena como por ejemplo la de la sábila? ¿Cabe desde el conectivismo la elaboración de proyectos colaborativos; (Equipo de Uso Pedagógico y Apropiación de Medios y TIC) aunque estos estén referenciados en el marco del E-learning?
De un dialogo entre Diego Leal http://diegoleal.org y Dolors Capdet http://dolorscapdet.blogspot.com que me llega desde el grupo elearningcolombia en Google y en el cual solo he tomado una posición receptora, por razones obvias de neófito; exponiéndome a la equivocación del planteamiento que realizo, retomo apartes de sus comentarios en un intento de correlacionarlos con el tema de interés propuesto en busca de respuestas idóneas.
"[Si bien] el conectivismo a diferencia del e-learning se centra más en el conocimiento informal, las herramientas que se utilizan son las mismas", sin embargo, la diferencia entre conectivismo y e-learning es mucho más profunda. El conectivismo pretende ser una teoría de aprendizaje alternativa al conductismo, el cognitivismo y el constructivismo, y en esa medida busca explicar cuáles son los mecanismos mediante los cuales aprendemos los humanos. Eso es lo que hace tan novedoso (y al mismo tiempo controversial) a este enfoque, pues se alimenta de teorías contemporáneas (en especial redes y complejidad) que dan cuenta de los cambios que hemos tenido en la comprensión del mundo desde otras áreas (no linealidad, no determinismo, etc.). Como en las otras teorías de aprendizaje, lo que uno esperaría que se desprendiera del conectivismo en relación con el sistema educativo son nuevos métodos de enseñanza, de la misma manera que del constructivismo se desprenden enfoques como PBL, Aprendizaje activo, etc. Particularmente, dadas las características tan personales de la teoría, podríamos esperar también la aparición de herramientas concretas para aprendices, que faciliten la consolidación de redes personales y el mantenimiento de las respectivas conexiones.
Es claro que el avance en la organización de la cadena de la sábila a nivel nacional depende de las iniciativas que se emprendan con relación a consolidarla como tal, y pese a que “tácitamente” esta siendo apoyada por el gobierno, - aun no se consolida como tal – participa tímidamente la academia y existen productores primarios y uno que otro transformador artesanal y semi-industrial, el asunto aun no termina de definirse en cuanto a lo que hay que hacer para lograr convocar un propósito común y mas bien pareciera que cada iniciativa responde a intereses particulares específicos por la falta de conocimiento o de reconocimiento de herramientas de comunicación vitales en la dimensión que significa el territorio nacional y se opta por lo mas fácil o quien sabe porque; lo que esté alrededor de Bogotá y lo que aparentemente coincida con los intereses particulares del gran proyecto agroindustrial en Santa Marta.
Para Diego Leal, “el conectivismo parece estar más cerca de las ideas sobre conocimiento informal (y de aprendizaje informal)”, aunque agrega, “que eso se debe simplemente a que la teoría, de manera clara, busca dar cuenta de procesos de aprendizaje amplios, que no se asocian exclusivamente con educación infantil o con procesos escolarizados. De algún modo, tal vez una de las bondades de la teoría es que nos recuerda que el aprendizaje no es dominio exclusivo del sistema formal. Curiosamente, esa pretensión (hasta donde recuerdo) no se encuentra de manera explícita en ninguna otra teoría, así que me pregunto qué nos llevó a suponerla”.
Bajo esa óptica y analizando generalidades de la propuesta del Ministerio de Educación, – proyectos colaborativos - la propuesta del mapeo verde (ver adjunto), además de la propuesta RAET (ver la en mi blog) me atrevo a “ligarlas” con lo que he venido proponiendo como la sumatoria de proyectos locales – se refiere a todos y cada uno de los cultivos que existan en el territorio nacional - bajo dos programas no excluyentes (Gel y Acíbar) que conformen el plan nacional, en términos de dimensiones tanto de producción primaria como de capacidad de producción transformadora a instalar y por su puesto bajo la perspectiva de mercados aun sin explotar endógenamente, vale la pena mencionar: alimentos y bebidas para contribuir a la nutrición y la seguridad alimentaria (documento adjunto) El asunto es, ¿será que tenemos la capacidad como comunidad, de solidificar el denominado aprovechamiento de las Tics, en provecho de los actores de la cadena productiva? ¿Se darán cuenta la coordinación, y la secretaría técnica de la cadena del enorme valor que este desarrollo tendría una vez podamos consolidar la red? (documento adjunto) ¿Entenderá la academia y apoyara este nuevo tipo de aprendizaje social? (documento adjunto)
Continuando con las apreciaciones de Diego Leal, “Frente a la noción de e-learning, el problema es que tenemos demasiadas definiciones. Para muchos, se limita a lo que en español llamamos "educación virtual, para otros, tiene un carácter esencialmente corporativo, más enfocado en el entrenamiento. Tony Bates la define como, Todas las actividades basadas en computadores e Internet, que soportan la enseñanza y el aprendizaje, de manera presencial y a distancia", pues se acerca más al significado etimológico del término (electronic learning / aprendizaje electrónico / aprendizaje apoyado en medios electrónicos). Ninguna definición de e-learning busca explicar cómo aprendemos los humanos; simplemente hace énfasis en las actividades que están sujetas a una mediación por parte de la tecnología. Ahora, en lo que sí coincido es en que tenemos una asociación muy fuerte entre e-learning y entornos formales, que no deja mucho espacio para incluir el aprendizaje informal que ocupa la mayor parte de nuestras vidas”.
¿No está dada entonces la posibilidad de que PODAMOS a través de la TV, de los foros permanentes, de los cursos on-line, de los blog personales; en fin de todas las herramientas que ofrece la red social, “ORGANIZAR” - y esto debe ser realizado por nosotros mismos los dolientes sabileros; es claro que el gobierno no lo es – con quienes consideremos necesarios en el propósito, llámense conocedores o expertos o especialistas temáticamente; la verdadera consolidación del Plan Nacional de Sábila – con el lógico apoyo del Gobierno - para desarrollarlo en el marco de una suma de proyectos colaborativos?
Para tal caso; seremos los estudiantes-actores de la cadena en cada uno de los eslabones que con el aprovechamiento de cada uno de nuestros “problemas” o situaciones críticas del contexto laboral sabilero– aprendiz -, familiar, social, ambiental, podamos tras experiencias puntuales; estar permanentemente conectados para que cada cual investigue y proponga alternativas de solución, bajo una elemental premisa como la que se propone; ya sea desde el desarrollo artesanal que permita que ese aprendizaje se dé a través de AGRO2.0 o desde proyectos industriales particulares que finalmente consoliden el desarrollo de las dos tendencias.
Para Dolors Capdet, la definición de Tony Bates sobre el aprendizaje electrónico resulta muy generalista, y agrega; “Yo entiendo el e-learning como un proceso de aprendizaje estructurado en base a los objetivos de una organización -universidad, corporación, asociación,...- con un diseño instruccional claro, que incluye, gracias a la interacción que proporciona la web, materiales, recursos y tutorización como elementos indispensables. Es evidente, sin embargo, que a lo largo de este mismo proceso, el aprendiz puede, paralelamente, entrar en un proceso de aprendizaje informal gracias al incremento de las posibilidades de conectivismo y facilidad de acceder a distintos nodos que ofrece la web 2.0. En ambos casos se utilizan las mismas herramientas pero los objetivos son distintos. En el primero la acción se circunscribe en un marco de aprendizaje formal -objetivos determinados (al final de curso usted debe saber como mínimo A, B y C)- mientras que en el segundo se enmarca en uno informal -se aprende lo que uno quiere o algo incluso no pretendido-.
¿Qué hace falta entonces para reunir a los actores de la cadena en torno de esta plataforma? ¿Qué le impide a la insipiente y aun no clara directiva de la cadena aceptar para el bien de los sabileros de Colombia, que es a través de este medio que podrán realizarse, en vivo y en directo lo que no han podido realizar en sus ocasionales reuniones del gremio? ¿Por qué la secretaria técnica no aprovecha para promover el plan nacional si es que lo tiene o para mostrar lo que a nivel específico esta llevando a cabo y podamos desde otras regiones – las que iniciaron el proceso: Antioquia, el occidente, Santanderes e inclusive zonas de la costa Caribe - aprender para replicar su ejemplo?
No hay duda de que es factible promover el desarrollo de los proyectos desde diferentes áreas del conocimiento, con el apoyo de expertos temáticamente, promoviendo el uso de las tecnologías de información y comunicaciones que están disponibles en AGRO 2.0; la búsqueda debe concentrarse sobre la real posibilidad de desarrollar proyectos colaborativos en los que estén involucrados además de los dueños de los cultivos; llámense campesinos, empresarios o asociaciones – en la producción primaria – sus hijos, sus familias y su vecindad, los demás eslabones y sus actores; pero si la iniciativa parte del vice-ministerio de Educación Básica y Media y por tanto el programa está circunscrito a esa área; ¿esta misma metodología puede hacerse fuera de las aulas tradicionales y los pensum de educación formal, tras el pacto de acción en conjunto GOBIERNO-ACADEMIA-SECTOR PRODUCTIVO además de la sociedad civil?
Tampoco puede haber dudad de que tenemos una gran oportunidad para creer en la implementación de un proceso de aprendizaje estructurado en base a los objetivos de la organización de cadena o de la asociación nacional, con un diseño instruccional claro, además de un método de enseñanza “pegajoso”, que incluya, gracias a la interacción que proporciona la web, materiales, recursos y tutorización como elementos indispensables – el curso de liofilización es una muestra - y que a lo largo de este mismo proceso, “los actores – los aprendices - podamos, paralelamente, desde el proceso de aprendizaje informal – según el eslabón - gracias al incremento de las posibilidades de conectivismo y facilidad de acceder a distintos nodos que ofrece la web 2.0; entender la diferencia, como se ha expuesto, para que de esta manera los sabileros aprenderemos lo que queremos o algo incluso no pretendido y seamos un ejemplo nacional, como evidentemente ha sido la pretensión.
El asunto entonces se resume en reunir, a quienes están de acuerdo en conseguir un consenso con relación a lo fundamental; cuanta información, cuantas personas y cuantos recursos para cada proyecto colaborativo se necesitan para implantar un proceso que permita completar la sumatoria de ejecutorias locales básicas - lo que nos cuenta Gonzalo es clarísimo, además de otros ejemplos puntuales -, y que haga posible pensar en una dirección de un plan, actividad que si bien a menudo es considerada un acto de malabarismo en el que quien dirige lucha por mantener el equilibrio con las a menudas conflictivas necesidades entre otras la propia organización, los clientes y el personal a su cargo - entendido este, los co-directores locales de cada proyecto – sean quienes en el día a día tengamos que avanzar entre las diversas dimensiones de tiempo, costos, resultados y calidad; buscando la solución que satisfaga necesidades en un mundo actual que indefectiblemente basa su avance en el conocimiento.
aprendizaje_social.pdf
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