Un grupo de entidades empresariales y científicas de nuestro país ha decidido asumir el reto de abrir un debate sobre el uso de semillas transgénicas en la agricultura boliviana. Lo ha hecho al organizar el foro “Biotecnología para una agricultura sostenible e inclusiva”, con el fin de “informar correctamente sobre los adelantos y ventajas de la biotecnología (y) desmitificar los prejuicios que existen sobre el uso de productos transgénicos”, como corresponde a quienes tienen ya adoptada una posición muy firme a favor de la utilización de recursos biotecnológicos.
Se trata de una iniciativa que merece ser respaldada porque, como lo venimos sosteniendo reiteradamente desde este espacio editorial, pocos asuntos hay tan importantes para el futuro alimenticio de la humanidad, y muy especialmente de nuestro país, como el sereno, desapasionado y objetivo análisis de las ventajas y/o desventajas que trae consigo el uso de organismos genéticamente modificados.
Hasta ahora, todos los esfuerzos han sido dirigidos a eludir el tema y a tratarlo casi clandestinamente. No se lo quiere afrontar porque es más cómodo rehuir las previsibles confrontaciones que se desencadenarán cuando quienes están a favor de los cultivos transgénicos, como quienes están en contra, saquen su artillería de argumentos científicos, ideológicos, doctrinarios, políticos, económicos y hasta religiosos, para defender sus respectivas posiciones.
Por incómodo que resulte para unos y otros, el tema puede y debe ser debatido pública y ampliamente. Es de esperar, por eso, que medios de comunicación, organismos gubernamentales y no gubernamentales se sumen a la iniciativa.
Fuente: lostiempos.com
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