Los investigadores están estudiando otro patógeno, Vairimorpha invictae, que es más letal, pero también es más raro de lo que T. solenopsae.
V. invictae es difícil de mantener con vida en el laboratorio, por lo que los científicos deben traer las colonias infectadas desde Biológica del Sur, a cargo de ARS a Laboratorio de Control de Buenos Aires, Argentina, donde está siendo estudiado para examinar el patógeno en cuarentena en Gainesville.
Una nueva enfermedad ha sido descubierta por CMAVE el entomólogo patólogo Pereira Roberto. Se llama enfermedad de "la cabeza amarilla" a causa de las cabezas de hormigas de color amarillo-naranja y otras partes del cuerpo cuando se infectan con las esporas . Un protozoo del género Mattesia estaba presente en el 34 por ciento de los sitios y 8 por ciento de los nidos estudiados en Florida. El patógeno causa cambios extremos en apariencia, pero su impacto como agente de control biológico potencial está aún bajo investigación.
David Williams, director de la investigación de la hormiga de fuego, también está en busca de virus para usar contra la hormiga. "De vuelta en la década de 1970, un investigador estuvo mirando a las hormigas rojas de fuego encontrando una partícula similar a un virus, pero murió en el laboratorio", dice Williams. "Hay virus en las hormigas, pero encontrarlos es un trabajo tedioso y laborioso. Pueden ser extremadamente virulento si tienes la correcta". Él cree que esta zona tiene un gran potencial sin explotar para nuevos descubrimientos, y espera traer un biólogo molecular para su equipo pronto a la ayuda en la búsqueda.
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