En el cultivo de soja las chinches son consideradas las plagas más importantes del período reproductivo.
En Brasil hasta la década del ’70 fue considerada plaga secundaria en soja; actualmente está ampliamente distribuida y es la chinche predominante en el norte del estado de Paraná y la Región Central (Corrêa-Ferreira & Panizzi, 1999; Sosa-Gómez et al. 2009).
En girasol, Malaguido y Panizzi (1998) y Frota y Silva (2007), coinciden que la especie E. heros es el pentatómido principal. Este cultivo es hospedera temporaria de la chinche al que migra después de la cosecha de soja; hábito similar se verifica en el cultivo de canola.
Altamirano y Candia (2008) en Paraguay, también mencionan a E. heros entre las especies más numerosas de la soja, y en Colombia se cita a E. rufimanus (Ståll), como plaga en cultivos de maíz (Guevara et al. 2008).
En Argentina, la “chinche marrón” (también llamada “brasilera”) es una especie ocasional en cultivos de soja de la región centro, razón que explica la información disponible.
Massaro y Molinari (2013) notifican que en Oliveros, provincia de Santa Fe, “la primera detección de esta chinche se verificó en el año 2001 en cultivos de soja”. Estos autores comentan que en la región pampeana E. herosse detecta en estados de desarrollo finales de la soja (meses de marzo y abril); en la misma localidad se advirtió mayor cantidad de “chinche marrón” en las campañas agrícolas 2010/2011 y 2011/2012, comparadas con años anteriores. Gamundi et al. (2007) registraron en evaluaciones de control químico, que las infestaciones de Euschistus sp. integraron el 1% del complejo de chinches en soja.
Para implementar prácticas de manejo es favorable conocer la vegetación natural que hospeda a esta chinche. Panizzi y Rossi (1991) informan que Acanthospermum hispidum DC, es una maleza temporal y valiosa para la supervivencia de la “chinche marrón”. Panizzi y Oliveira (2005) y Medeiros y Megier (2009) agregan otras hospederas: Euphorbia heterophyllaL., Cajanus cajan L., Amaranthus retroflexus L. y Vassobia breviflora (Sendtn.). La flora citada brinda refugio, alimento a ninfas y adultos, y favorece la reproducción de Euschistus.
Biología
Adulto: el nombre vulgar “chinche marrón” hace referencia al color del cuerpo del adulto; facilitan su identificación dos espinas puntiagudas laterales en el tórax y una mancha blanca (medialuna) en la mitad inferior del dorso. Mide aproximadamente 1,2 cm de largo.
Ninfa: tiene cinco estadios, en los primeros son de color amarillento, los estadios posteriores presentan color marrón con la zona ventral más clara. En el primer estadio permanecen agrupadas y no comen, luego se dispersan y buscan alimento.
Huevo: las posturas son pequeñas, dos hileras con 5 a 15 huevos, se hallan preferentemente en hojas y vainas; tienen forma cilíndrica y color amarillento, próximos a eclosionar son anaranjados.
Costa et al. (1998), estudiaron la biología en condiciones de laboratorio: los estados de huevo, ninfa y huevo-adulto se cumplen en: 6,1, 25,4 y 31,3 días, respectivamente. La eclosión de huevos fue 90% y la longevidad de adultos alcanzó los 116 días promedio. Resultados similares obtuvieron Mourão y Panizzi (2002), determinaron que el ciclo huevo-adulto transcurre entre 32 a 35,5 días, y que dicho período está muy relacionado con el fotoperiodo; estudios de Peres y Corrêa-Ferreira (2001), verificaron que el estado adulto se logra 33 días después de la eclosión del huevo.
En Brasil distinguen tres generaciones que se suceden en el cultivo de soja, y una cuarta generación transcurre en vegetación espontánea como C. cajan y en rastrojos, antes de entrar en diapausa invernal (Corrêa-Ferreira y Panizzi, 1999).
Muestreo en el cultivo de soja
El Paño Vertical es el método de muestreo correcto para estimar la población real de chinches y decidir con precisión acciones de control (Massaro y Gamundi, 2009). Los muestreos se deben realizar una vez por semana en diferentes sitios del cultivo, contando las chinches adultas con las ninfas grandes (más de 0,5 cm de largo), y las ninfas pequeñas (menos de 0,5 cm de largo).
Otra alternativa es la propuesta por Borges et al. (2011), evaluaron la efectividad de trampas con feromonas sexuales para muestreo y control de E. heros; estos investigadores concluyen que es un método preciso para conocer la abundancia de la “chinche marrón”, y estiman promisorio disponer de esta tecnología a la brevedad.
Umbral de Tratamiento
Como todas las chinches perjudiciales Euschistus se alimenta por medio de estiletes bucales con los que absorbe savia de los tejidos vegetales, al mismo tiempo que inyecta enzimas y toxinas que producen necrosis en los tejidos; además puede ser vector de patógenos. Si bien se acepta que entre las chinches que invaden la soja, E. heros es la especie que causa menos daño, el modo de alimentación afecta el rendimiento, la calidad de los granos y el poder germinativo de las semillas.
Umbral de tratamiento (UT): Conocer y aplicar UT es una de las normas del Manejo Integrado de Plagas (MIP); sólo cuando se diagnostica que las chinches alcanzan la cantidad recomendada, se justifica su control.
En Brasil (Insetário Virtual, Universidade Estadual de Maringá, 2003) avalan que el umbral de daño de E. heros es de 4 chinches por paño; si la producción se destina a semillas el valor se reduce a 2 chinches. Aclaran que en los muestreos se cuentan adultos o ninfas mayores de 0,5 cm. En girasol Frota y Silva (2007) hallaron que hasta 4 chinches/capítulo –en R6 y R8- no afectaron los componentes del rendimiento.
Estudios de E. heros realizados por Mendoza y Pino (2009) en Paraguay mostraron que en los estados fenológicos R5 y R6 del cultivo de soja, 1 chinche/planta afecta el rendimiento; comprobaron que 3 chinches/planta reducen 21 % la producción.
En Argentina no se conoce el UT exclusivo para la “chinche marrón” en soja, se recomiendan los obtenidos por Gamundi et al. (2007), para el complejo de chinches perjudiciales
Pautas de Control
El Manejo Integrado de Plagas es un componente de la agricultura sustentable, dado que propone al agricultor producir con parámetros ambientales aceptables y resultados económicos positivos. El MIP plantea moderar el impacto de los sistemas productivos agrícolas, basados casi exclusivamente en la utilización de plaguicidas; impulsa combinar distintos métodos de control: cultural, biológico, químico, genético, entre otros.
Entre los métodos de manejo de plagas se destaca el Control biológico, al respecto se citan estudios de especialistas brasileros quienes identificaron un conjunto de organismos benéficos para el control de la “chinche marrón”.
En huevos: en cultivos de girasol detectaron cinco parasitoides: Trissolcus basalis (Woll.),Telenomus podisi (Ash.), Trissolcus teretis (Jhn), Trissolcus urichi (Craw.) y Eupelmus sp. En Brasil parasitoides de la segunda especie citada se crían y multiplican (biofábricas), para liberar a campo y controlar E. heros (Cavalcante Silva et al., 2008).
En la región de Bolivia donde más soja se cultiva, Duarte y Zabala (2008) expresan que los desoves de la “chinche marrón” son parasitados por T. podisi, y que esta avispita controla el 53% de los huevos.
Otros controladores biológicos de huevos son los predadores, grupo que ocasiona entre 13% y 17% de mortalidad (Medeiros et al., 1997).
En adultos: Corrêa-Ferreira et al. (1998) y Peres y Corrêa-Ferreira (2001) además de T. basalis yT. podisi, citan a Hexacladia smithii (Ash.); este himenóptero genera 39,5% de mortalidad de adultos. Se comprobó que las chinches parasitadas por Hexacladia causan menos daño a las semillas de soja (Nunes y Corrêa-Ferreira, 2002).
La mosca Trichopoda gicomellii (Blanchard) es otro factor de mortalidad de adultos de E. heros: en girasol el parasitismo osciló entre 40% y 80%, y en soja el registro mayor fue 12% (Mourâo y Panizzi, 2000).
La “chinche marrón” también puede ser infectada por los hongos Beauveria bassiana yMetarhizium anisopliae, aunque su incidencia es baja (1%).
En la región pampeana de nuestro país, dada la aparición esporádica de Euschistus se desconocen organismos benéficos para su control biológico, no obstante los parasitoides citados en Brasil también se verifican en Argentina. Cuezzo y Fidalgo (1997) inscriben el primer registro deHexacladia smithii, parasitando dos nuevas chinches hospederas: Antiteuchus variolosus West. yEdessa meditabunda F. Además se registran los microhimenópteros T. basalis, T. podisi, T. urichiy T. teretis parasitando huevos y el díptero T. giacomellii en adultos, de otras especies de chinches plagas del cultivo de soja (Molinari et al., 2008).
Control químico
Sosa-Gómez et al. (2001, 2009) y Sosa-Gómez y Silva (2010) evaluaron la susceptibilidad de E. heros a los insecticidas endosulfan, monocrotofos y metamidofos; los resultados de estas investigaciones indican que hay distintos grados de resistencia según región de origen de adultos respecto a productos ensayados.
Explican que es difícil controlar las poblaciones de Euschistus con productos tradicionales (mortalidad menor a 50%) y que en mezclas de piretroides y neonicotinoides, la eficacia de control superó el 60%. Reiteran que la resistencia se ha generalizado en distintas regiones de Brasil y recientemente confirmaron que E. heros es resistente a metamidofos.
Altamirano y Candia (2008) refieren que en Paraguay la mejor eficacia de control de Euschistus(90 %) se obtuvo con imidacloprid + lambdacialotrina.
En Oliveros (Santa Fe), Perotti et al. (2010) probaron en el complejo de chinches en soja la eficacia de mezclas de neonicotinoides y piretroides, así como de los componentes de las mezclas por separado. En general observaron controles satisfactorios, pero aclaran que la mezcla de insecticidas no mejoró la eficacia de control de los insecticidas individuales. Estos autores advierten sobre los riesgos del uso de mezclas de principios activos: generan resistencia, daños ecotoxicológicos y afectan la sustentabilidad del agroecosistema.
Reflexiones
En regiones de Argentina donde se cultiva soja, la “chinche marrón” no reviste hasta la fecha la categoría de plaga, no obstante la situación actual que se verifica en Brasil respecto a abundancia y resistencia de esta especie, exige estar informados.
Adoptar un plan de manejo responsable de chinches plaga de la soja, permite evitar problemas de resistencia futuros. El Manejo Integrado de Plagas procura lograr controles más seguros para el ambiente y la producción, para cumplir sus premisas es imprescindible realizar prácticas como las que se mencionan a continuación:
√ Efectuar muestreos semanales.
√ Utilizar el Paño Vertical.
√ Aplicar Umbrales de Tratamiento.
√ Emplear insecticidas selectivos que preserven los agentes de control biológico.
√ Alternar los principios activos de los insecticidas utilizados.
√ Vigilar la calidad de las aplicaciones.
Fuente: Infoagro
Informe de: Molinari, A.M., Massaro, R.A. y Perotti, E - INTA Oliveros