Abrirán una planta para procesar aceite de piñón
El Proceso : De semilla a combustible
Una planta con mínimos requerimientos de nutrición, pero que rinde grandes beneficios.
• El primer paso es decidir el tipo de propagación: semillas, pilón o estacas.
• Posteriormente, se elige la distancia entre plantas y si se asociarán con otro cultivo.
• Una vez la planta crece, se debe controlar las malezas y aplicar agroquímicos.
• Cuando el fruto está amarillo llegó el momento de cosecharlo para extraer aceite, o bien, se deja que se ponga de color negro y se usa como semilla.
• Una vez recolectado, el fruto debe despulparse y se procede a secar la semilla.
• El siguiente paso es la extracción del aceite y, posteriormente, se filtra de impurezas.
• El aceite se traslada a una planta especializada para convertirlo en biodiésel.
La semilla del piñón es la materia prima para la producción de aceite que a su vez es la base para el biodiésel.
Por Byron Dardón G.
Unas 200 familias de agricultores de escasos recursos de tres comunidades de Suchitepéquez y Retalhuleu serán beneficiadas con la apertura de una planta de producción de aceite y biodiésel a base de piñón que estará ubicada en el área de La Máquina, en el primero de los departamentos mencionados.
La planta es una iniciativa de la Fundación Technoserve y el respaldo financiero de la Agencia para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID, en inglés). Según técnicos de la Organización de las Naciones Unidas, que conocieron el proyecto el pasado 3 de julio, podría convertirse en un modelo económico eficaz en la lucha contra la pobreza rural no solo en Guatemala, sino también en otros países con similares condiciones de suelo y clima.
Lionel López, director en Guatemala de Technoserve, dijo que la meta es replicar el proyecto en otras regiones en el mediano plazo.
La planta de producción de aceite, que tendrá un costo de US$10 mil, será inaugurada en agosto y podrá procesar tres toneladas de semilla por día.
La materia prima
Según López, para satisfacer la demanda de materia prima se necesita un mínimo de siembra de 200 hectáreas e igual número de productores integrados en lo que se conoce como cluster (cadena productiva), parecida a la estructura que se ha logrado con las cooperativas de café, “que se convertiría un modelo eficiente de producción con un mercado inmediato de exportación para procesadoras de biodiésel ya instaladas en México y Estados Unidos”.
La idea del proyecto nació de un estudio realizado por el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga), donde, por medio de mapas detallados del territorio nacional, se identificó que existen alrededor de 620 mil hectáreas de tierras improductivas.
Si dichas áreas fuesen sembradas con piñón (Jatropha Curcas), planta con alto contenido de aceite y muy utilizada en cercos, se podría producir suficiente biodiésel para reemplazar el 80 por ciento de derivados del petróleo que el país importa en la actualidad.
López explicó que, aunque tendrían que pasar alrededor de 10 años para que ello sucediera, lo más importante del proyecto es que el cultivo se convertirá no solo en una solución para recuperar la tierra gastada por su capacidad de fijar nitrógeno, sino también constituirá una fuente adicional de ingreso para pequeños productores, que recibirían un aproximado de US$930 anuales por la producción de aceite.
Oportunidad
El estudio realizado por el Maga demuestra que, en promedio, en la región sur del país un pequeño productor de subsistencia posee tres hectáreas de terreno donde el 55 por ciento correspondiente a aproximadamente a 1.7 hectáreas constituye el área productiva para sembrar maíz y ajonjolí, 10 por ciento de la tierra (0.3 hectáreas) es empleado para pastoreo de ganado y 35 por ciento (1 hectárea) es la parte improductiva susceptible de sembrar piñón.
López asegura que al “hacer cuentas” de la producción anual, el 60 por ciento de los ingresos familiares —producto de ventas de granos— generan unos US$580. Para consumo propio queda 40 por ciento.
Además, los ingresos economicos logran incrementarse entre US$1 mil 500 y US$2 mil, producto de trabajo en plantaciones agrícolas o en construcción.
Afirma que con el cultivo del piñón una familia podría duplicar sus ingresos, pues sumando los ingresos por el aceite, más lo que generarían los subproductos convertidos en fertilizantes, obtendría alrededor de US$1 mil 265 por año.
En el país ya existen otras iniciativas. Un ejemplo es Ricardo Asturias, quien, junto con sus socios de la española Bionor Transformación, ha invertido Q75 millones en la siembra de 700 hectáreas de viveros y esperan iniciar el próximo año la explotación de una plantación de 50 mil hectáreas.
En la actualidad, Asturias produce alrededor de 3 mil galones de biodiésel por día.