En general se puede decir que los cultivos sin suelo o hidropónicos están libres de problemas asociados a patógenos del suelo, como Fusariosis o caída de plántulas. Esta es una importante ventaja, si se considera el evitar el uso de desinfectantes de suelo como Bromuro de Metilo. Sin embargo, al usar sustratos inertes, la presencia de cualquier patógeno producto de contaminación, puede tener un efecto drástico al no existir competidores o controladores naturales.
De igual forma, muchas veces los lugares en los cuales se desarrolla este tipo de producción (invernaderos, casas, bodegas), favorecen condiciones ambientales (alta humedad, mala aireación) que predisponen el desarrollo y aparición de muchas enfermedades. Además los cultivos hidropónicos o sin suelo, al ser de tipo intensivo, normalmente están sometidos a un laboreo y manipulación constante, lo que puede ayudar a la diseminación de muchas enfermedades, particularmente bacterias o virus que se transmiten mecánicamente.
Claudio Sandoval Briones