PRODUCCION DE MICORRIZAS
La investigación agrícola actual se ha enfocado en la reducción de la aplicación de agroquímicos sintéticos altamente contaminantes, por tanto se ha promovido la utilización de insumos biológicos de baja toxicidad y residualidad. Una estrategia válida para entregar a los agricultores este coayudante de la nutrición es la utilización de microorganismos habitantes naturales del suelo benéficos para la planta de cacao ya que mejoran la absorción de nutrientes y protege a la raíz del desarrollo y establecimiento de organismos patógenos.
Las micorrizas juegan un papel importante en el comportamiento del árbol, por aumentar la capacidad de absorción de los elementos nutritivos, al producir nuevas ramificaciones absorbentes y aumentar el área de contacto de la raíz con el suelo. La función principal de las micorrizas es ayudar a que los nutrientes del suelo sean absorbidos fácilmente por las plantas ya cambio las plantas le suministran carbohidratos esenciales en la vida del hongo.
De la asociación simbiótica planta - micorriza, la planta de cacao obtiene los siguientes beneficios: mayor eficiencia en la absorción de nutrientes, se promueve el crecimiento foliar y radicular, se intensifica la tasa fotosintética y fortalece las condiciones propias de la planta para tolerar patógenos y estrés hídrico.
Multiplicación e inoculación de micorrizas
Para la multiplicación e inoculación de estos microorganismos benéficos en el cultivo de cacao, es aconsejable la utilización de micorrizas nativas, ya que tienen mejor capacidad de adaptación al medio; si se aplican micorrizas foráneas se corre el riesgo de que ocurra competencia entre ellas.
La muestra para el análisis microbiológico se toma de la rizósfera (suelo donde estén las raíces más finas) de árboles de cacao que se encuentren más vigorosos, sanos, libres de patógenos y en donde no se hayan aplicado productos químicos. Alrededor del árbol de cacao se toman varias sub-muestras de suelo y raicillas a una profundidad de 5 a 10 centímetros, hasta obtener 500 gramos de los cuales se envían 200 al laboratorio para su análisis, los 300 restantes se empacan en una bolsa plástica y se guarda en refrigeración, con el propósito deser utilizado como inóculo de multiplicación según el resultado microbiológico.
El inóculo es una mezcla de suelo que presenta fragmentos del hongo formador de micorrizas
(propágulos: esporas, hifas, y fracciones de raíz colonizados).
Bajo techo transparente se construyen cajones con ladrillo y cemento de 1 x 1 metro y 25 centímetros de altura con agujeros en la base para permitir el drenaje del agua de riego. En cada cajón se colocan 150 kilogramos de suelo bien mullido, se esteriliza con agua caliente y se cubre con plástico negro. Tres días después se le agregan 50 kilogramos de lombricompost y se mezcla bien; se hacen 20 huecos de cinco centímetros de profundidad bien distribuidos y a cada hueco se le aplica 10 gramos del inóculo guardado y sobre él se siembran entre 5 y 10 semillas de plantas que produzcan numerosas raicillas como kudzú ó brachiaria decumbens; posteriormente se debe regar con frecuencia con el fin de mantener un ambiente propicio para el desarrollo de las micorrizas.
A los cuatro meses se suspende el riego por espacio de 15 a 20 días con el fin de inducir la esporulación de las micorrizas; al azar, se seleccionan tres sitios por cajón y se prepara la muestra de suelo con raicillas para enviarla al laboratorio con el objeto de cuantificar la población de esporas y el porcentaje de colonización (superior al 40%) para decidir la utilización de este material como inóculo. Multiplicación de micorrizas nativas aísladas en plantaciones de cacao
Una vez confirmado el dato del porcentaje de colonización por el laboratorio se poda la brachiaria a ras de suelo y se cortan las raíces en pequeños trozos para luego homogenizarlo. El inóculo obtenido se puede conservar en el refrigerador hasta por seis meses.
Para la utilización de micorrizas en vivero de cacao se recomienda aplicar 20 gramos del inóculo por bolsa, después de 20 días de haber sembrado la semilla del patrón.
En cultivos de cacao en producción se deben aplicar bien distribuidos en la gotera, 200 gramos de suelo-raíces micorrizadas por árbol. Esta aplicación se debe hacer cuando el suelo esté húmedo para favorecer la adaptación de la micorriza, además se puede cubrir con abono orgánico.
PRODUCCION DE MICORRlZA PARA INOCULAR AL CULTIVO DE CACAO
Después de obtener el abono orgánico se recomienda emplearlo en plantaciones cultivadas dentro del sistema agroforestal cacao, con el fin de aumentar el contenido de humus del suelo y su capacidad de retención de agua, mejorar su estabilidad estructural, facilitar el trabajo del suelo, estimular su actividad biológica y suministrar la mayor parte de elementos nutritivos necesarios para el desarrollo de las plantas.
En vivero se utiliza mezcla de tierra, arena y abono orgánico en relación de 3:1:1 respectivamente.
En el momento de establecer plantaciones de cacao, antes de colocar la planta en el hoyo, se recomienda mezclar un kilogramo de abono orgánico con 100 gramos de cal dolomíta con la tierra extraída del hoyo. Una vez sembrada la planta de cacao o el sombrío, se repica alrededor, con el fin de ablandar el suelo y facilitar la penetración de las raíces, posteriormente se aplica abono orgánico para mejorar las condiciones físicoquímicas del suelo.
En plantaciones establecidas se recomienda aplicar cada semestre un kilogramo de abono orgánico por planta,esparcido en la gotera al comienzo de las lluvias.
El empleo continuo de abono orgánico en el establecimiento y posterior mantenimiento de plantaciones agroforestales de cacao, permite crear unas condiciones favorables para el desarrollo de microorganismos como hongos, bacterias, actinomicetos y algas y macroorganismos como lombrices e insectos, Estos organismos van a facilitar que los elementos estén disponibles para las plantas, mejoren la fertilidad del suelo y lo hagan
productivo. Además, la aplicación de abono orgánico ayuda a mejorar las propiedades físicas del suelo; contribuyen a aflojar los suelos arcillosos o a agrupar los suelos muy arenosos, mejorando la aireación y la retención de humedad, contribuyendo para que las plantas de cacao se desarrollen mejor.
El árbol de cacao se debe cultivar asociado con maderables, frutales, plátano, maracuyá y otros, para protegerlo, alimentarlo y mejorar la calidad del suelo. Esta asociación favorece las influencias benéficas de las plantas una sobre otras. Asociadas, en forma adecuada, son capaces de ayudarse mutuamente, de resistir los excesos de clima y el parasitismo, pero también de utilizar mejor las potencialidades del suelo y de la energía solar, gracias a las necesidades fisiológicas diferentes de estas especies.
Fuente: Corpoica.org
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