Ya se ha dicho en este escrito que la educación es la base para el desarrollo. El aprendizaje virtual, debe ser entonces herramienta fundamental para ayudar a que las naciones desarrollen al máximo todo su potencial y para aliviar la pobreza en los países más pobres. Según parece, “botarle” dinero (en el caso de los computadores) a este problema no es suficiente.
La tecnología no es ni el problema ni la solución. Los retos asociados con el aprendizaje virtual en los países en desarrollo tienen que ver más con una educación y unos sistemas de bibliotecas confiables, suficiente contenido internacional y local y una cultura política y educativa deseosa y capaz de jalonar el aprendizaje virtual.
• ¿Qué necesitan hacer la educación y los sistemas nacionales de capacitación, incluyendo sus componentes formales y no formales, para dar soporte al incremento o mejoramiento de la economía basada el conocimiento?
• ¿De qué manera los países en desarrollo y los países con economías en transición pueden promover el aprendizaje permanente, y cuales son los retos que se deben encarar al hacerlo?
• Dados unos recursos limitados, ¿qué tipo de marco gubernamental promueve el aprendizaje permanente para las personas en general y en particular para los grupos en situación de desventaja?
• ¿Cómo puede financiarse el aprendizaje permanente para que sea inclusivo, pueda pagarse y sea sostenible en el tiempo?