Podemos conocer, mediante medios muy simples, la composición de la tierra de nuestro huerto ecológico u orgánico y así poder descubrir si ésta tiene carencias en nutrientes.
Formas de saber si la tierra del huerto es fértil
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* El comportamiento de las plantas cultivadas: La planta sigue siendo el mejor ejemplo para conocer el estado de la fertilidad de la tierra.
– Si las plantas son vigorosas, tienen pocas o ninguna enfermedad, los ataques de los parásitos son poco virulentos, las cosechas son abundantes y los productos de nuestro huerto son sabrosos y se conservan bien, entonces nuestra tierra se encuentra sana.
– Si nuestras hortalizas son de color verde claro tirando a amarillo, si les falta vigor y crecen con una lentitud anormal, existen bastantes posibilidades de que sufran una falta de nitrógeno. Esta coloración anormalmente clara se aprecia principalmente en las hortalizas de hoja exigentes en nitrógeno, especialmente las espinacas, las acelgas, los puerros y también en el maíz. Este síntoma puede indicar que no hay suficiente nitrógeno en la tierra o está en forma poco asimilable.
– Si por el contrario las hojas son de color verde muy oscuro y si al mismo tiempo las plantas crecen muy rápidamente, es que tiene suficiente nitrógeno y tal vez hasta demasiado. Nos arriesgamos a ver llegar todo un regimiento de pulgones, muy golosos del nitrógeno del cual están ahítas las hojas de nuestras hortalizas, así como algunos otros parásitos indeseables. Nuestras hortalizas también correrían el riesgo de ser ricas en nitratos y de conservarse mal.
– Para elementos diferentes al nitrógeno, como el fósforo, el potasio, el magnesio y los oligoelementos, es más difícil diagnosticar una carencia según el aspecto de la vegetación, pues a menudo las carencias son múltiples y síntomas semejantes que pueden corresponder a carencias diferentes.
* La flora espontánea o hierbas adventicias (mal llamadas malas hierbas)
La flora espontánea es el reflejo de las condiciones de la tierra y del clima, deberemos por lo tanto poder deducir no solamente la naturaleza de la tierra, sino también sus desequilibrios eventuales. Se sabe que ciertas plantas son características de tierras ácidas y otras lo son de las calizas, como también las hay típicas de tierras pobres en nitrógeno y viceversa, de ricas en este elemento. Aquí puedes ver la clasificación de algunas de estas plantas:
– Plantas espontáneas de tierras ácidas: Acederilla (Rumex acetosella), Ojos de los sembrados (Chrysantbemun segetum), Digital (Digitales purpurea), Castaño (Castanea vulgaris), Tojo (Ulex europaeus), Brezo nazareno (Erica cinerea), Hiniesta (Sarothamnus scoparius).
– Plantas espontáneas de tierras calizas: Eléboro fétido (Helleborus foetidus), Salvia de los prados (Salvia pratensis), Cerezo Mahaleb (Prunus mahaleb), Esparceta (Onobrychis sativa), Durillo (Viburmum tinus).
– Plantas espontáneas de tierras ricas en nitrógeno: hierba cana (Senecio vulgaris), Espiguilla (Poa annua), Hierba pajarera (Stellaria media), Verónica (Veronica officinalis), Mercurial (Mercuriales annua), Ortiga Mayor (Urtica urens), Verdolaga (Portulaca oleracea).
* El examen visual de la tierra
Puede obtenerse mucha información examinando la tierra a simple vista:
– El color de la tierra nos informa principalmente de su contenido en materia orgánica: cuanto más oscuro sea, más elevado será tal contenido. Si nuestra tierra es negra como el mantillo del bosque, entonces no le va a faltar humus. Si por el contrario tiene el color de un ladrillo de arcilla, o el de la arena de la playa, entonces ya podemos empezar a hacer compost porque la tierra lo necesita.
– La estructura de la tierra. Tomemos un terrón, partámoslo en dos y si observamos que está principalmente constituido por numerosos agregados redondeados de tamaño variable y atravesado por pequeñas raíces, entonces tiene buena estructura. Si por el contrario se rompe en trozos compactos y angulosos y está poco penetrado por las raíces, o si se desmenuza en partículas tan finas o más que la arena, entonces tiene una mala estructura: le falta humus y su actividad biótica es insuficiente.
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Además, para medir y conocer el pH del suelo del huerto o incluso ciertos elementos químicos podemos hacerlo a través de tiras reactivas u otros objetos que nos permiten conocer el contenido en:
– Nitrógeno
– Fósforo, que constituye la base de la fertilidad de la tierra junto con el nitrógeno y el potasio (N-P-K)
– Potasio, es un elemento que raramente falta en la tierra, pues la mayoría de las tierras son ricas de forma natural en este elemento, el cual es un constituyente de numerosas rocas y arcillas. Puede existir carencia es cuando se tienen cultivos con gran exigencia en potasio, ya que el potasio se solubiliza muy lentamente y no se encuentra biodisponible para las plantas de forma inmediata.
– Calcio (o la cal), las tierras ricas en caliza están bien provistas de calcio
– Magenesio, es un elemento muy importante que falta a menudo en las tierras que han sido fertilizadas durante muchos años con abonos químicos.
– Oligoelementos, las carencias en oligoelementos en huertos que reciben abono orgánico abundate es muy rara. Sí es muy frecuente su carencia en tierras que han recibido durante mucho tiempo abonos químicos sin aportes orgánicos suficientes. Los principales oligoelementos son el cobre, zinc, boro y manganeso.
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