Como respuesta a una serie de problemáticas que aquejan el mundo contemporáneo, como la creciente explosión demográfica urbana y la carencia de recursos naturales y económicos, identificamos una serie de planes mundiales de desarrollo los cuales tienen el objetivo de cambiar el rumbo de las sociedades y orientarlas a un crecimiento más “razonado”.
Para cumplir con las promesas del nuevo siglo XXI y lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio se dictaron las bases para lograr el objetivo principal que consiste en erradicar la pobreza extrema y el hambre. En ese tenor, diversos organismos internacionales han puesto la mirada sobre América Latina en el tema de la sustentabilidad y la capacidad de crear un crecimiento más adecuado.
Uno de ellos es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nombrando en 2014 a la región como “la despensa del mundo”. Según esta institución, la región conformada por América Latina y el Caribe (ALC) es rica en tres de los ingredientes más importantes para la agricultura: tierra, agua y hábitat natural. Así, la región de ALC posee un tercio de los recursos de aguadulce del planeta, más que cualquier otra región en desarrollo si se mide sobre una base per cápita.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha apuntado en varias ocasiones que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de diferentes esferas de la vida humana. Con la intención de alcanzar dichos Objetivos del Milenio se ha creado una visión holística donde las nuevas tecnologías deberán estar al servicio de las personas y las empresas.
Ahora bien, en el catálogo internacional de oferta tecnológica hemos encontrado recientemente las llamadas AgroTIC, las han definido como aquella oferta tecnológica o segmento vertical de aplicaciones informáticas, electrónicas y de comunicación orientada a administrar, almacenar, transmitir y hacer interactuar la información generada a todo nivel por la actividad del sector y su escenario territorial, en función de mejorar la gestión de los procesos productivos y comerciales de los bienes que de dicha actividad surgen, así como de mejorar las condiciones tecnológicas del entorno en el cual ocurren.
Las AgroTIC forman parte de un movimiento global más amplio conocido como e-agriculture. Como propuesta de mayor desarrollo a nivel global, la e-agriculture inició como una comunidad en donde personas de todo el mundo intercambian información, ideas y recursos sobre el uso de las TIC para la agricultura sostenible y el desarrollo rural. Con más de 11 mil miembros de 160 países y territorios, la comunidad se compone de individuos de varios campos, tales como especialistas de información y comunicación, investigadores, agricultores, estudiantes, responsables políticos, empresarios, y profesionales de desarrollo, entre otros. Para la FAO, además la e-agriculture es un campo emergente se centra en la mejora del desarrollo agrícola y rural a través de los procesos de información y comunicación. Más específicamente, e-agricultura implica la conceptualización, diseño, desarrollo, evaluación y aplicación de formas innovadoras de utilizar las TIC en el ámbito rural. Dicha oferta de servicios tecnológicos y digitales actúa donde existen tecnologías de gestión operativa, empresarial, de coordinación técnica o entre actores de la cadena o de un mismo eslabón e información dispersa o sin utilizar que puedan ser mejoradas y aprovechadas por aquellas; también donde existen comunidades y espacios vinculados directa o indirectamente a la actividad agroindustrial / agropecuaria que forman parte de su entorno geográfico. De la misma manera, pueden contribuir a la investigación aunado al desarrollo agronómico agro-biotecnológico y veterinario. Es decir, que las prestaciones posibles son múltiples y mejorables, lo que plantea un universo de aplicaciones muy extenso, con posibilidad de interacción entre ellas.
El tipo de aplicaciones al que apuntan las TIC, por tanto, parecen estar relacionadas con todas aquellas actividades que pudieran ser mejoradas y agilizadas tecnológicamente, refiriéndonos a instancias de análisis de resultados y evaluación de estrategias, procedimientos operativos rutinarios, almacenamiento de información, de interacción de datos entre distintas fuentes o de grandes masas de datos, transmisión instantánea de información a distancia y otras. En este sentido, las aplicaciones posibles son muchas, se van renovando conforme a la evolución, así como a la estructura del sector, por lo que parece necesario analizar en cada caso las demandas tecnológicas potenciales/existentes de los distintos actores de la trama productiva agroindustrial. Especialistas en el tema como Marcelo Bosh y Neil Palmer han enfatizado la importancia de las tecnología emergentes en el desarrollo sostenible del sector agrario, mismo que está fuertemente relacionado con lograr una modernización de la agricultura que les permita ser a los productores más competitivos en los mercados, más sustentables en el manejo de los recursos naturales y desarrollar esquemas más equitativos e incluyentes en la distribución de sus beneficios. Pero además, las AgroTIC pueden tomar la forma tanto de servicios como de productos, con lo cual en buena parte todas sus especificidades, más allá de las variantes tecnológicas, están definidas por los tipos de actividades a las que asisten, lo que lleva a pensar que de acuerdo a la magnitud y la diversidad de las tareas necesarias –que en el caso de TIC para actividades comerciales, está muy determinada por el modelo de negocio de cada cliente-, ésta es una actividad que se define más por una lógica de servicios cliente por cliente que por una lógica de productos genéricos.
En cuanto a las TIC como herramienta de apoyo para la agricultura y el desarrollo rural, se ha dicho que, en un entorno político propicio, es necesario si se quiere fomentar el uso de la TIC para mejorar las oportunidades de sustento en el ámbito rural. Se hace necesario el uso de estándares comunes y de sistemas compatibles para lograr que la información sea fácilmente accesible para los usuarios finales. Para el caso mexicano, hemos encontrado algunos actores que ya están dando pasos importantes hacia estas tecnologías, por ejemplo, a través del proyecto MASAGRO, coordinado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en colaboración con SAGARPA se han implementado una serie de recursos electrónicos para el beneficio de los agricultores.
En este sentido, desde el INFOTEC Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación se ha realizado desde el año pasado una investigación denominada “Hacia la digitalización del campo mexicano: Evaluación Tecno-Antropológica de dos programas nacionales” con el objetivo de comprender a detalle las particularidades de este tipo de proyectos, tanto a nivel regional como a nivel local.
Fuente: INFOTEC Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación
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