Hay muchísimas plantas que contienen princios activos tóxicos para los seres humanos y algunos animales. Es un mecanismo de defensa con el que la evolución ha dotado a muchas especies vegetales. Muchas de las plantas más comunes en nuestros jardines son tóxicas así que veamos estas 13 flores muy comunes que son venenosas para que estemos atentos con los niños y las mascotas.
Las hortensias contienen pequeñas cantidades de cianuro y pueden ser peligrosas en una ingesta copiosa. Aunque unas pocas hojas ya pueden dar problemas de vómitos, diarrea y somnolencia a niños y mascotas.
La clematis o clemátide puede dar problemas debido a un glucósido irritante, la anemonina. Actúa por contacto tanto en la piel, ocasionando dermatitis, como en las mucosa de la boca, causando ardor leve y úlceras, si se ingiere.
El género Calotropis se compone de tres especies de plantas originarias de las zonas áridas de África y Asia. El látex que exudan las flores y las hojas de estas plantas contiene calotropin que es un citotóxico usado en los tratamientos del cáncer y que en contacto con los ojos puede causar ceguera.
Las adelfas son arbustos mediterráneos que producen flores muy llamativas en colores blanco, rosa, amarillo o rojo. Ingerir una pequeña parte de la planta, flor, hojas o cualquier otra puede causar fiebre, deshidratación, bradicardia e incluso la muerte.
Las preciosas azaleas y rododendros que tan bien decoran cualquier jardín provocan náuseas, dolor abdominal y dificultad para respirar si se ingieren.
En el caso de los narcisos sólo son los bulbos los que pueden producir vómitos y diarrea así como trastornos del ritmo cardíaco. Hay que tener especial cuidado pues con los perros que pueden escarbar el suelo y consumir dichos bulbos.
Todas las partes de la lantana contienen una toxina que ataca al hígado y produce síntomas como vómitos, fatiga, decaimiento e insuficiencia hepática en último extremo.
De la dedalera se extraen varios principios activos usados en el tratamiento de enfermedades cardíacas. Todas las partes de la planta son tóxicas y pueden provocar dolor de cabeza, dolor de estómago y pérdidas de conciencia.
La convalaria o lirio de los valles es muy tóxica ya que contiene toxinas que actúan directamente en el corazón y pueden producir bradicardia, vómitos, visión borrosa e incluso la muerte. Afortunadamente la absorción de dichas toxinas se realiza muy lentamente por lo que da tiempo a acudir a un centro hospitalario en caso de ingesta.
Algunas convolvuláceas como la Ipomoea tricolor y la Ipomoea corymbosa contienen una sustancia denominada ergina en sus semillas. Ésta toxina actúa de modo similar al ácido lisérgico o LSD.
La glicina es una planta trepadora que resulta tóxica para gatos y perros sobre todo. Aunque toda la planta es venenosa lo más peligroso son las semillas pues es donde se acumula mayor cantidad de toxinas. Su ingesta produce dolor abdominal leve, vómitos, diarrea y depresión del sistema nervioso central.
La vinca de Madagascar, Catharantus rosea, es una planta muy fácil de cultivar y que se usa sobre todo como cobertura en zonas cálidas. Se usa en las medicinas ayurvédica y china para tratar la hipertensión. Un consumo importante puede producir hipotensión con todo lo que ello acarrea, mareo e incluso claudicación.
La cala contiene oxalato cálcico por lo que su ingesta en crudo de cualquier parte de la planta produce inflamación en labios, lengua y garganta tanto en personas como en animales. En cambio las hojas son comestibles tras su cocción.
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